Van 600, podrían ser miles

Si se hubiera disputado mañana, o pasado mejor, miles de rayistas hubieran acudido a despedir a San Mamés en el último encuentro que disputen allí los vallekanos. Aunque no hubieran podido entrar por la afluencia del estadio, aunque muchos se hubiesen quedado fuera...hubiera dado igual. El fútbol es mucho más que ver a 22 tíos en pantalón corto trotando por un manto verde. Pero la estúpida federación de fútbol de este podrido país y su asqueroso sometimiento a los dictados televisivos ha hecho que muchos no puedan hacerlo. Y aun así, van 600. Y van porque el equipo de la barriada roja de Madrid está crecido y embalado hacía Europa, van porque se sienten orgullosos de que el equipo ninguneado, insignificante y eterno tercero de la capital practique un fútbol de muchos quilates, van porque ver jugar al Rayo siendo el equipo con menos presupuesto de la categoría es como triunfar con la más guapa del local sin tener un duro en el bolsillo, van porque Bilbao siempre es una fiesta cuando va el Rayo y van porque son una afición que entiende de sentimientos, y no hay mayor sentimiento que despedir a la catedral del fútbol como se merece.

Hoy un niño que el domingo cumple cuatro años se ha ido muy triste al colegio. Su papá no le podrá llevar en su aniversario a ver al Rayo fuera de casa como prometió. No sería su primer viaje y, desde luego, no va a ser el último. Pero ya no podrá decir que estuvo viendo a su Rayo en San Mamés por culpa de unos inefables dirigentes y de un sistema podrido. Su papá le ha prometido que para su quinto cumpleaños va a ser mejor, porque se lo va a llevar a ver a su equipo por Europa, y esta vez no piensa incumplir su promesa.

¡ME CAGO EN EL CIRCO QUE TENÉIS MONTADO!¡EL FÚTBOL ES PARA LOS AFICIONADOS, NO PARA LA TELEVISIÓN!