jueves, 3 de enero de 2013

Alemania, cuando protestar sirve para algo

En Alemania cuando acudes a un fondo lo haces sin asiento asignado porque, en principio no te vas a sentar, tampoco hay billetes nominales -es decir, con tu nombre y apellidos-, no hay problemas en llevar las pancartas que se quiera ni existen mayores normas restrictivas. En Alemania un abono en el sector más caliente cuesta unos 190 euros de media en la Bundesliga, una simple entrada, unos 11. Bella vida.
 Es otro mundo y no es fácil dividir la historia del peligro. La federación debía tomar una serie de reglas para avecinar la Bundesliga a la represión de otros campeonatos europeos, discutieron y aprobaron una serie de medidas restrictivas que debían entrar en vigor el pasado 12 de Diciembre, el 12:12. Estos números han sido usados como sinónimo de silencio por los seguidores, no importa de que equipo, porque todos han permanecido desde entonces en silencio los primeros 12 minutos y 12 segundos de cada partido, y ya iban para cuatro jornadas, hasta que ayer los representantes más significativos de los grupos ultras y de los fan clubs alemanes han sido invitados a una mesa de negociaciones. Los seguidores ya han anunciado que los precios son intocables, al menos por ahora, y han cedido en el uso del material pirotécnico que, desde ya, está prohibido en todos los estadios alemanes, el resto de cuestiones están encima de la mesa. La medida más polémica de acabar con las zonas de pie en los estadios está a punto de ser regulada, se reducirá esta zona en los estadios, pero no serán abolidas las zonas "calientes" de los estadios, no por ahora.

 Los alemanes cuentan con una característica común, propia de sus estadios, los famosos "muros". Allí están convencidos de que un público entregado los 90 minutos de un partido puede variar el resultado en favor del equipo, y de echo, lo hace. El problema, según las autoridades alemanas, ha venido por el hecho de que la violencia entre seguidores ha aumentado, así como el número de policías destinados a cada partido, lo que encarece el operativo policial cada vez que la pelota se pone a rodar. En la página web habilitada por la plataforma 12:12 (http://www.12doppelpunkt12.de/) ayer colgaron lo siguiente: "Volveremos a cantar de nuevo, volveremos a ser escuchados, hemos obtenido una primera victoria al participar en la negociación. Sigamos".
 En Inglaterra existía la misma tradición que en Alemania, pero los hooligans fueron los responsables de hacer imposible el dialogo hinchas-federación y los puestos en pie se encuentran prohibidos. En Alemania tienen ahora una oportunidad para salvar el frágil equilibrio entre pasión y seguridad. Esta en juego la propia identidad de los grupos ultras alemanes.
FUENTE: La Stampa

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