El VfB Stuttgart instó hoy a los aficionados a apoyar al club con pasión pero sin odio y violencia en una carta abierta antes de un partido clave de la Liga de Campeones.
El comunicado se ha redactado por las protestas antes y después de 1-1 el sábado ante el VfL Bochum. Un día después, el club destituyó al entrenador Markus Babbel y Christian Gross fue nombrado en su lugar.
La policía utilizó porras y gases lacrimógenos para evitar que un numeroso grupo de aficionados de asaltará las oficinas del club después del partido, mientras que antes del partido alrededor de 100 aficionados bloquearon el autobús del equipo.
"Los hechos que rodearon el partido de Bundesliga frente al VfL Bochum el sábado pasado, con especial referencia al bloqueo del autobús del equipo antes del partido y la situación después del partido, sorprendió a todos aquí", dice el comunicado.
"Una enorme sombra se proyecta sobre la imagen positiva que siempre ha tenido el VfB Stuttgart en Alemania".
"Los Hooligans, los alborotadores y los fanáticos salvajes han dañado enormemente el fútbol en general y en particular, el VfB Stuttgart".
"Nuestros jugadores fueron amenazados, los delegados, así como oficiales de policía resultaron heridos y la gran mayoría de los aficionados pacíficos han sido insultados".
El club dijo que podía entender la frustración de los aficionados con las recientes actuaciones del equipo, pero que "el odio y la violencia no tienen cabida en nuestro deporte tan querido, y en nuestra sociedad, de igual modo".
Este comunicado ha sido distribuido antes del partido de Champions League contra el campeón rumano Unirea Urziceni, hoy a las 20:45. Un partido que el equipo alemán debe ganar si quiere pasar a octavos.
Después de su despido, Babbel había criticado el comportamiento de los fans, diciendo que habían golpeado a los jugadores antes del partido. El resultado dejó a Stuttgart, tercero por la cola de la liga.
El portero del equipo, Jens Lehmann, dijo el martes en rueda de prensa que las gestiones del club no deben ser tan fácilmente influenciadas por grupos de seguidores.
"Había un grupo determinado de aficionados, la mayoría de los cuales estan tan sólo en la pubertad, y eso es lo que influyó en el club en la toma de determinadas decisiones. Así es como se encuentra el fútbol hoy en día", dijo a la televisión de Alemania Sky.
"Ahora es el momento para que el club decida cómo tratar a estos grupos de seguidores. Si ceden a cada demanda, pronto será complicado no hacer lo que los partidarios quieren".
Refrito de la prensa alemana, traducido por "La Banda Izquierda", 9/12/2009 El comunicado se ha redactado por las protestas antes y después de 1-1 el sábado ante el VfL Bochum. Un día después, el club destituyó al entrenador Markus Babbel y Christian Gross fue nombrado en su lugar.
La policía utilizó porras y gases lacrimógenos para evitar que un numeroso grupo de aficionados de asaltará las oficinas del club después del partido, mientras que antes del partido alrededor de 100 aficionados bloquearon el autobús del equipo.
"Los hechos que rodearon el partido de Bundesliga frente al VfL Bochum el sábado pasado, con especial referencia al bloqueo del autobús del equipo antes del partido y la situación después del partido, sorprendió a todos aquí", dice el comunicado.
"Una enorme sombra se proyecta sobre la imagen positiva que siempre ha tenido el VfB Stuttgart en Alemania".
"Los Hooligans, los alborotadores y los fanáticos salvajes han dañado enormemente el fútbol en general y en particular, el VfB Stuttgart".
"Nuestros jugadores fueron amenazados, los delegados, así como oficiales de policía resultaron heridos y la gran mayoría de los aficionados pacíficos han sido insultados".
El club dijo que podía entender la frustración de los aficionados con las recientes actuaciones del equipo, pero que "el odio y la violencia no tienen cabida en nuestro deporte tan querido, y en nuestra sociedad, de igual modo".
Este comunicado ha sido distribuido antes del partido de Champions League contra el campeón rumano Unirea Urziceni, hoy a las 20:45. Un partido que el equipo alemán debe ganar si quiere pasar a octavos.
Después de su despido, Babbel había criticado el comportamiento de los fans, diciendo que habían golpeado a los jugadores antes del partido. El resultado dejó a Stuttgart, tercero por la cola de la liga.
El portero del equipo, Jens Lehmann, dijo el martes en rueda de prensa que las gestiones del club no deben ser tan fácilmente influenciadas por grupos de seguidores.
"Había un grupo determinado de aficionados, la mayoría de los cuales estan tan sólo en la pubertad, y eso es lo que influyó en el club en la toma de determinadas decisiones. Así es como se encuentra el fútbol hoy en día", dijo a la televisión de Alemania Sky.
"Ahora es el momento para que el club decida cómo tratar a estos grupos de seguidores. Si ceden a cada demanda, pronto será complicado no hacer lo que los partidarios quieren".
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