El Atalanta volvió a los entrenamientos del Centro Sportivo di Zingonia este pasado martes y los jugadores bergamascos fueron increpados por aproximadamente 100 ultras, que se quedaron en la valla que separan los campos de entrenamiento de las pequeñas graderias. Los ultras cantaron contra los dirigentes del equipo y contra los jugadores, animándoles a dejarse los cojones por el equipo en los siguientes partidos, a la vez que petaban bengalas y botes de humo. De momento, el único que se salvo del enfado de los ultras de la Curva Nord fue el entrenador del equipo que, posteriormente en rueda de prensa afirmó que esa visita inesperada al entrenamiento servirá para salir más concentrados al siguiente partido de liga contra el Inter de Milan.
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