Mientras recorría el Parque Independiencia donde barras se tirotearon con la policía, Raúl Lamberto quedó en medio de la furia de los simpatizantes. Se mostró inmutable ante los insultos y amenazas de muerte.
Uno de los momentos de mayor nerviosismo tras el choque entre la barra de Newell's y la policía rosarina se vivió ayer cuando el ministro de Seguridad de Santa Fe recorría las instalaciones del Parque Independiencia donde ocurrieron los hechos de violencia que decantaron en la suspensión del clásico entre Central y "La Lepra".
El funcionario quedó en medio de los socios del club que presenciaron la balacera entre barras y la fuerza de seguridad y lo apuntaron por lo que podría haber sido, en sus palabras, "una masacre".
"Estaba con mi hijo de cuatro años. Fue un desastre lo que hicieron", expresó uno de los tantos hinchas. "La policía tiraba y se reía de la gente", agregó otro.
FUENTE: Arroyo Diario
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