lunes, 24 de diciembre de 2012

2012, termina otro año de violencia en el fútbol argentino

Heridos, muertos, causas judiciales, tiroteos en plena autopista y ausencia de controles son el resultado final del 2012, en el que fútbol volvió a padecer la violencia de los barras
Termina otro año de violencia barrabrava que tiñó al fútbol argentino
Los barras siempre son protagonistas del fútbol en Argentina. La violencia que proclaman y difunden tiñe de sangre el juego y dejan a la luz los enormes problemas de seguridad que existen en los operativos policiales que custodian los partidos.

Este año ha dejado una sucesión de hechos violentos que se vieron plasmados en las tapas de los diarios y que se transformaron en imágenes repetidas en los canales de televisión. Es que los incidentes se repiten con el pasar de los fin de semana.
 
El hecho más importante de año fue el enfrentamiento entre dos facciones de la barra de Boca. En la autopista que une Rosario con Santa Fe, la barra oficial que lidera Mauro Martín se enfrentó a balazos con un facción que antes de respondía a Rafael Di Zeo.

Cinco heridos, entre ellos el propio jefe de “La 12”, y un causa abierta en los Tribunales, fue el saldo de un enfrentamiento en el que la policía cometió una sucesión de errores en los controles y los violentos tuvieron una zona liberada para dirimir problemas internos.
 
La barrabrava de Independiente fue otra de las protagonistas del año. En el partido que se jugó con Belgrano de Córdoba por la fecha 15 del Torneo Inicial, un grupo comandando por Richard “El gordo” Pavón, jefe de la barra de San Telmo, comenzó a tirar bombas de estruendo cerca del arco que custodiaba el arquero “pirata”, Juan Carlos Olave.
 
El partido terminó suspendido, Olave tuvo que ser atendido por los médicos porque quedó aturdido y la barra se fue de la cancha rompiendo autos y generando disturbios en las instalaciones del club. Todos quedaron filmados por las cámaras de seguridad del club y hubo dos detenidos que a los pocos días quedaron en libertad.
 
Uno de los casos más particulares sucedió con la barra de Deportivo Merlo. Los hermanos Dante y Caio Salazar son jefes de dos facciones que están enfrentadas. Es decir, que los propios hermanos luchan entre ambos por tener el poder y el negocio de una barra. Su madre fue contundente al definir la situación. “Esto no termina hasta que uno de mis hijos mate al otro”, sentenció.
 
La barra de Chicago también tuvo su protagonismo en el calendario 2012. Antes y después del partido que jugó frente a Gimnasia de Jujuy, el grupo que se denomina “Los Perales” generó incidentes con la policía afuera de la cancha y reavivó la interna que tiene con la facción denominada “Las Antenas”, que a principio de año dejó dos muertos.
 
A principios de Marzo la barra de Chacarita agredió brutalmente a dirigentes y allegados al plantel de Atlanta. En San Martín la locura y el descontrol se convirtieron en protagonistas. Hubo heridos, algunos pocos detenidos y un partido suspendido. El fútbol duró poco sin la violencia de los inadaptados.
 
Por último, asoma el recuerdo del último hecho de violencia en el mundo de la pelota. Hace poco más de una semana la barra de San Miguel agredió a dirigentes y familiares de los jugadores de Excursionistas. Incluso golpearon al jugador Darío Castro, que estaba en la tribuna viendo el partido. Castro se encontraba lesionado y con muletas. Los violentos encontraron en las muletas el arma para golpearlo.
 
Estos son algunos de los hechos violentos más recordados de este año que llega a su fin. Muertos, heridos, impunidad, y barras que siempre terminan ganando su partido. Ese es el resultado final del 2012. Un año en el que los incidentes se repiten y las medidas preventivas brillan por su ausencia.
FUENTE: Info Bae

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