Cuando era un chaval hacía las cosas normales que hacían los chavales
del barrio: jugar al furbo y a japoneses y comandos, enredar con las
bicis, capturar abejas, andar aburriéndome por las escaleras, zurrar a
los chavales más pequeños / más débiles, ser zurrado por los chavales
más grandes / más fuertes. A los nueve años la policía me acusó
formalmente de jugar al fútbol en la calle. Estábamos dándole
de patadas a un balón en una parcela con césped al lado de la manzana
de pisos en la que vivíamos. No había colocada ninguna señal de
PROHIBIDO JUGAR AL FÚTBOL, pero deberíamos haber sabido, incluso a esa
edad, que puesto que el barrio era un campo de concentración para
pobres, aquello, como todo lo demás, estaba prohibido. Nos llevaron a
los juzgados, donde el padre de mi colega Brian hizo un magnífico
discurso y avergonzó al juez hasta conseguir que todo quedara en una
reprimenda. Estaba claro que los polis habían quedado como gilipollas.
Extraido de "Las Pesadillas del Marabú" de Irvine Welsh
2 comentarios:
Buenas.
Me alegro que el blog vuelva a tener actividad, nos tenias a los lectores un poco abandondos jaja
¿Sabes donde pillar este libro? Ya habia leido sobre el, pero en las librerias me dicen que es antiguo y que esta descatalogado.
Salud
Hola. El libro se encuentra actualmente descatalogado, pero puedes encontrarlo en el catálogo de bibliotecas públicas, al menos en la Comunidad de Madrid. Otra manera de hacerse con él es en librerias de segunda mano o probar suerte en iberlibro.com.
Salud.
Publicar un comentario