jueves, 22 de septiembre de 2011

Rusia. Stop Hooligans

 A partir del próximo mes, se pondrá en marcha en el fútbol ruso la introducción de una serie de nuevas normativas de conducta en los estadios de fútbol con el fin de combatir el vandalismo y las conductas violentas, con vistas al próximo mundial que se celebrará en ese país en el año 2018.
 El Comité Ejecutivo de la Federación Rusa de Fútbol ha decidido por unanimidad introducir estas nuevas medidas entre las que figuran la prohibición de fumar en cualquier recinto deportivo, estar de pie sobre los asientos de las gradas, lanzar objetos al terreno de juego, el lenguaje ofensivo y hostil hacía el adversario y la prohibición total de exhibir pancartas con contenidos racistas.
 Del mismo modo, esta rigida y estricta normativa prohibe el uso de megáfonos, tambores y vuvuzelas en el interior de los estadios.

"Es absolutamente necesario establecer un estricto código de conducta en nuestros estadios", declaró a la prensa rusa, Sergei Fursenko, presidente de la Federación rusa de fútbol.
 De hecho, el vandalismo y los problemas extra-deportivos son el principal quebradero de cabeza que tienen las autoridades rusas en materia deportiva.
 A comienzos del año pasado, el futbolista brasileño Roberto Carlos, fue blanco de ataques racistas en Rusia, y desde entonces el fenónemos racista en las gradas rusas no ha hecho más que aumentar.
 Fursenko añadió las siguientes declaraciones: "Este es un gran paso adelante. Nuestro principal objetivo es poder justificar la organización del Mundial y establecer un nivel alto en el fútbol ruso. Todos los problemas en los estadios proceden de personas que no han sabido comportarse con unas normas establecidas en los últimos años, mucho más suaves. Creemos que con estas nuevas disposiciones y reglas de comportamiento, mejorará mucho el fútbol ruso".
 Los infractores que no respeten estas "nuevas reglas de juego" a partir del mes que viene serán expulsados de los estadios sin devolución del importe de la entrada y con la retirada del abono del equipo si tuviera. En caso de reincidencia o de un elevado nivel de conflictividad, los sancionados podrían tener prohibida la entrada de por vida a cualquier estadio e incluso se podrían establecer, en los casos más extremos, penas de cárcel.
FUENTE: Refrito de la prensa rusa

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