Las autoridades suizas están examinando propuestas para hacer frente a los problemas, económicos y de seguridad sobre todo, que les generan los ultras cada vez que cogen el tren para viajar a otra ciudad a ver a su equipo.
Cada temporada se estima que los destrozos en estaciones y trenes superan los 3,5 millones de dolares. La última final de Copa de Suiza, disputada en mayo pasado, parece darles la razón pues la cifra se elevó a 5 dígitos, en materia de destrozos.
Cada temporada se estima que los destrozos en estaciones y trenes superan los 3,5 millones de dolares. La última final de Copa de Suiza, disputada en mayo pasado, parece darles la razón pues la cifra se elevó a 5 dígitos, en materia de destrozos.
"Las cosas no pueden seguir como están", dijo Peter Füglistaler, jefe de la Oficina Federal de Transporte, el domingo a los periódicos NZZ am Sonntag y Le Matin Dimanche. "Es hora de actuar ante un accidente grave."
Entre las medidas que se estudian adoptar figuran la realización de pruebas de alcoholemia, la prohibición de introducir botellas de vidrio y la posibilidad de hechar a viajeros en estaciones intermedias.
Otro problema añadido radica en que ningún seguidor de fútbol compra su billete de tren en la estación, pues la ley suiza no contempla que sea obligatorio comprar el billete para viajar, aunque en la rutina normal todos los suizos lo hagan.
Así que basicamente se está estudiando que los aficionados sólo viajen en trenes especiales para ellos y que dejen el resto para los usuarios del transporte público suizo.
FUENTE: Swiss Info
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