MARCA, 9/5/2011-. La plantilla del Deportivo de la Coruña se encontró con una inesperada muestra de apoyo en el último entrenamiento antes de recibir al Athletic en Riazor, un encuentro trascendental para el futuro de la entidad blanquiazul.
Cientos de seguidores blanquiazules se congregaron a las fueras del estadio, que se encontraba cerrado por la decisión de Lotina de realizar la sesión a puerta cerrada, desde donde comenzaron a lanzar cánticos de ánimo a los suyos.
Después de trabajar la estrategia sin la presencia de público, el técnico deportivista dio la orden de abrir las puertas de Riazor para que los aficionados pudiesen entrar a la última parte de la sesión.
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