martes, 21 de septiembre de 2010

Silbidos en Livorno por la muerte de un militar en Afganistan

Blitzquotidiano (Traducido por La banda Izquierda), 19/9/2010-. Desde la Curva Nord, lugar habitado por los ultras más radicales del estadio de Livorno, salieron un buen número de silbidos durante el minuto de silencio en memoria del teniente Alessandro Romani, de la provincia toscana, muerto ayer en Afganistan. No es la primera vez que lo hacen los turbulentos seguidores del cuadro amaranto.
La imagen no corresponde a este partido
 Lo mismo sucedió, por ejemplo, en el 2007 durante el minuto de silencio por otro militar caido en Afganistan, el cabo Daniele Paladini. El ministro de Defensa, Ignazio La Rusa, los ha acusado de ser "cuatro imbéciles". El hecho sucedió antes del partido de Serie B entre el Livrono y el Portogruaro.
 Los que silbaban fueron algunas decenas de seguidores. El resto del estadio, intentó cayar el rumor dando un largo aplauso tras el minuto de silencio. Según La Russa, esto  confirma "que lo sucedido en Livorno es noticia, porque por fortuna, ha cambiado un dato; hace tiempo hubiera abucheado el 30% del público, ahora lo hacen cuatro imbéciles".
 También el madero jefe de Livorno, Alessandro Cosimi, que ayer se comunicó con el comandante en jefe de los italianos en Afganistan para darle el apoyo en nombre de la ciudad (N. del blog: Manda cojones) diciéndole que "son personas que no tienen respeto por la vida humana, porque se puede también no estar de acuerdo políticamente con las misiones de paz (N. del blog: Que humor), pero no el no respetar la vida humana. De un ciudadano livornese, que a muerto en cumplimiento de su deber. He hablado con el comandante del Col Moschin -la unidad italiana- y le he dicho que esta ciudad esta a completa disposición".

1 comentario:

Anónimo dijo...

La demagogia de los minutos de silencio. ¿ Cuanto tiempo le han dedicado a la memoria de los miles de muertos afganos (mujeres, niños, ancianos) causados por las tropas de ocupación de la ONU y la OTAN?

Solo pensarlo te revuelve las entrañas.