Associated Press (Traducido por La Banda Izquierda), 25/6/2010-. La policía de Manchester ha pagado más de 180.000 libras -algo más de 200.000 euros al cambio- en concepto de indemnización a un grupo de seguidores del Stoke City que no pudieron asistir al encuentro de liga Manchester United-Stoke City en Noviembre del 2008. Los bobbys ingleses recibieron un chivatazo, que resultó ser falso, sobre la intromisión en el seno de la afición del Stoke de un grupo de hooligans visitantes para causar problemas en Manchester.
Los maderos ingleses acudieron a la estación de ferrocarril de Irlam, en el Gran Manchester, y dijeron a los seguidores reunidos allí que no se les permitiria ir al estadio, por seguir instrucciones del Artículo 27, que es aquella instancia policial que permite a los maderos trasladar fuera de la ciudad a las personas que pueden presentar un cierto nivel de riesgo debido a la ingesta de alcohol. Así que fueron enviados de vuelta a Staffordshire en dos autocares.
Seis de los seguidores recibieron una disculpa, dos meses después, admitiendo la policia de Manchester que formaban parte de la pequeña masa de aficionados visitantes que no querían causar problemas. Así que se ofrecieron a abonarles el precio de las entradas del partido, ya adquiridas.
El caso es que el resto de los aficionados se sintieron estafados entonces y reclamaron la devolución de todos los importes de entradas, a unos 80 seguidores. Petición respaldada por la Federación de Hinchas de fútbol y por la Asociación de Derechos Civiles "Liberty".
Entonces, la policía admitió que actuó por equivocación en aquel incidente y ha pagado la bonita cifra de 184.850 libras por daños y prejuicios, algo así como 2.300 libras por cabeza.
El portavoz de la policia, Sian Williams dijó: "Hemos pagado daños y prejuicios a los demandantes por considerar que se ha utilizado erróneamente las facultades que nos confiere el articulo 27 de la Ley de Reducción del delito violento en Noviembre del 2008".
Todos los aficionados que recibieron la compensación también recibieron una carta personal de disculpa del subjefe de policía Ian Hopkins.
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