domingo, 8 de febrero de 2009

El movimiento alemán (segunda parte)

A partir de la decada los ´90, el modelo ultra comienza a despuntar en Alemania. La fuerza de la cultura tradicional de gradas en el país había hecho hasta entonces impermeable el modelo alemán a la influencia latina que se producía en la mayor parte de Europa: Francia desde hacía 10 años, el Estado Español desde hace 15, Italia desde hacía 25, etc...Sin embargo, en tan sólo una década el modelo ultra crece y se expande en todas las divisiones, para convertirse en uno de los más fuertes actualmente en todo el continente europeo.
LOS PIONEROS
Muchos consideran que las razones para la llegada del movimiento ultra a Alemania se encuentra en el hecho que muchas aficiones alemanas hacían para seguir a sus equipos en las competiciones internacionales, particularmente en sus viajes a Italia. Los primeros "tifos" con globos o con cartulinas se comienzan a extrapolar en aquellos años a las gradas alemanas, así como cierta organización en lo que al tifo se refiere.
Tomemos como ejemplo la creación de los "East Side" del Werder Bremen en 1997, donde se produce todo un relevo generacional. El "East Side" fue muy importante porque fue uno de los primeros proyectos de grupos ultras que surgían con el fin de aislar, aún más si cabe, a los hooligans locales que ya entonces, en el Ostkurve, tenían bastante poca fuerza. A la reunión fundacional en el verano de 1997, sólo acudieron 25 personas de todo el fondo, pero a pesar del escepticismo del propio equipo y del resto de seguidores del Werder, la primera piedra estaba puesta y el grupo siguió hacía adelante.
Aunque, las primeras experiencias ultras, datan de finales de los ´80 como los "Fortuna Eagles" de 1986 que animan al Fortuna Colonia (segundo equipo de la ciudad) y aún en activo, o los Mad Boyz del Bayern Leverkusen en 1990, no es hasta mediados de los ´90 cuando comienzan a proliferar grupos por todas partes. En 1994 surgen los Ultras Nunrbeg. En 1995 surge un grupo en el Eintracht de Frankfurt, que dos años después cambia el nombre por el actual de Ultras Frankfurt. Surgen, desde entonces, otros grupos como Wilde Horde del Colonia, los ultras del Friburgo o los Munich Manicas del Bayern de Munich, por citar sólo algunos ejemplos.
En los años siguientes el fenómeno se extiende a velocidad de vertigo. No importa en que lugar del país (oriente u occidente) y en que división se encuentren los equipos. Desde las ligas regionales a la Bundesliga, se crea un espectácular estallido de grupos en todos los estadios. Internet desempeña un papel muy importante en esta rapida expansión.
Sin embargo, no se puede cambiar el modelo de vivir el fútbol tradicional alemán durante los últimos 30 años, en apenas un par de años. Muchas costumbres continuaron prevaleciendo y muchos grupos ultras en esos comienzos no eran más que Fan-club´s organizados y dedicados unicamente al tema de la animación en el estadio, creación de tifos y muy poquito más. No se podía hablar por aquel entonces de grupos ultras al 100%, pues otros aspectos (no básicos, pero si presentes) de la cultura ultra como la violencia entre enémigos o la idea de un grupo guía en la kurve, todavía no se daban entre estos grupos alemanes.
En los comienos, por otra parte, los grupos alemanes se limitan a copiar todo lo que ven del extranjero, pero con resultados bastante buenos. En cierta manera, debido a la disciplina y la organización típica alemana, muy lejana del mayor espontanéismo e indisciplina de los ultras del sur de Europa. Se comienzan a ver coreografías en las que se involucra a varios miles de personas, favorecidos además, por unos estadios acordes al siglo XXI, amplios, funcionales, sin pistas de atletismo, y con muchas posiblidades para la creación de tifos.
EN EL CORAZÓN DE LA AFICIÓN
El año 2000 marca el verdadero inicio de los grupos ultras, tal y como los conocemos en el resto del continente. Los grupos comienzan a crecer y a tomar nota del poder que pueden llegar a ejercer sobre el resto de la hinchada. Se comienzan a organizar los canticos al estilo italiano, con un megáfono o micrófono para guiar a toda la curva en post de cantar una única canción al unisono, bien es cierto, que la mayoría de los canticos siguen siendo los tradicionales del fútbol alemán y muchas veces estos están influenciados sobre el desarrollo del partido, esto es, si el equipo va perdieron la kurve, por lo general, se queda muda, pero si el equipo va ganando y realiza un buen juego, la situación cambia.
Mientras la organización y el número de los grupos sigue en aumento. Los ultras del Gelsenkirchen (por citar a un grupo de categorías bajas) tienen en la actualidad unos 350 miembros, los Schickeria Munchen o los Ultras Frankfurt presumían la temporada pasada de tener 700 socios cada uno. Otros grupos, como los Comando Cannstatt del Sttutgart son los "culpables" de reactivar todas las actividades de su kurve entera e invertir la trayectoria descendiente que tenían los seguidores del Stuttgart antes del nacimiento de su grupo ultra. En Dortmund, "The Unity" data de 1997, pero en un fondo tan grande es imposible aunar a tanta gente en un sólo grupo, por lo que hay repartidos por todo el fondo grupos ultras como los "Desperados" u otros fan-club´s que se acercaron al fondo de "The Unity" por ser el sector más caliente de la afición del Borussia de Dortmund. Como una muestra de unidad en el fondo está colgada desde el techo la siguiente pancarta: Gelbe Wand Sudtribune Dortmund", Gelbe Wand significa Muro amarillo.
Es en esta relación entre grupos ultras y fan-club´s "normales" donde se ve una clara diferenciación en el modelo alemán y otros como el francés o el italiano. Y es que, por ejemplo, en Francia nunca existieron las peñas como tal y los primeros que asumieron la organización de los aficionados fueron los ultras. En Italia, los ultras gozan de tal autonomía que hacen o dejan de hacer cualquier cosa en función de sus propias convicciones, mientras que en Alemania, cualquier cosa que realicen los ultras del equipo, tiene que estar "apoyada" en mayor o menor medida por algunos otros Fan-club´s.
Con el crecimiento de los grupos ultras alemanes, también comienza a crecer al unisono una represión que se ceba con los grupos principales del panorama. Por ejemplo, 59 miembros de los "Schickeria Munchen" tienen prohibia la entrada a la final de Copa de Alemania de hace unos años por su presunta participación en unos incidentes ocurridos durante la temporada en Duisburgo. Esto llevó a los ultras del Bayern a intentar boicotear dicha final y a suspender sus actividades durante un tiempo prudencial.
Otro caso es de los ultras del Frankurt, que se encerraron en su estadio en respuesta a la prohibició de acceso al mismo para 30 de sus miembros durante 3 años y medio acusados de realizar daños en el centro de la ciudad e Colonia, en Marzo del 2006.
Todos estos episoidos de represión a los grupos alemanes han llevado a la creación de subgrupos y grupos pequeños por cuestión de afinidad, mentalidad, edad o lugar de residencia, lo que ha llevado a la disgregación de algunos grandes grupos. Sin ir más lejos, los propios "East Side" del Werder Bremen se disolvieron hace dos temporadas por este motivo.
FALTA DE ORIGINALIDAD
Una base fundamental para crear una identidad propia como movimiento es la originalidad, su capacidad para destacar entre lo que se hace en otros lugares por otras personas. Esta es la principal crítica al movimiento alemán. Esta falta de originalidad la podemos ver en el propio nombre de los grupos. Centrándonos en una región cualquiera de Alemania, por ejemplo en el Rhur, podemos encontrarnos a los Ultras GE del Schalke 04, a los Ultras Monchengladbach, a los Ultras Bochum, a los Ultras Essen, a los Ultras Dusseldorg y a los Ultras Leverkusen.
Son muy raros los casos donde el nombre del grupo es original, y mucho menos que el nombre esté en alemán. Podemos destacar como uno de los más originales el de los "Schickeria" del Baryen, que viene de una lejana historia de la capital de Baviera protagonizada por un sitio llamado "Schickimickis", cuyos habitantes eran descritos como la gente más inteligente de todo su entorno. El nombre de este grupo, formado en el 2002, por tanto no deja de ser curioso, original e intrasferible porque "juega" con algo intrínseco a la ciudad de Munich. Otros nombres originales serían los de "Wilde Horde", los "Phoenix Sons" o los "Harlekins" del Hertha de Berlin.
EL DESAFIO DEL FÚTBOL MODERNO Y LA REPRESIÓN
Los ultras han ido cambiando, poco a poco, su papel "neutro" en lo que a algunas cuestiones se refiere. Por ejemplo, han comenzado a oponerse a decisiones de su club, de la federación de fútbol alemana o de otros organismos del fútbol nacional e internacional.
A nivel de club, algunos Ultras se han opuesto abiertamente a cuestiones tales como el cambio en los colores de la camiseta o en el nombre del estadio. En Bremen, han desarrollado una iniciativa "No naranja" para criticar la intrusión del naranja en su camiseta tradicional verde y blanca. En Nurnberg, realizaron una campañara para evitar el cambio de nombre de su estadio de Max Morlock, un ex-jugador del club por el de Easycredit, una entidad financiera. Los ultras del Bochum también se movilizaron la temporada pasada para evitar el cambio del nombre de su estadio de Rhurstadion a Rewirpowerstadion.
Muchas hinchadas se han movilizado en contra de estos cambios de nombre en favor de empresas capitalistas, por lo que conlleva de perdida de identidad y de destrucción importante de la historia del club y su memoria colectiva. Muchas veces estos cambios en el nombre también han servido para la reestructuración de los propios estadios, jodiendo las únicas zonas en las que se podía ver el fútbol de pie.
Otra cuestión es la limitación coreográfica a la que se enfrentan muchos de estos grupos alemanes. Por ejemplo, y al igual que en el Estado Español, hay prohibición expresa y muy rigida sobre la utilización en el estadio de bengalas y botes de humo. Sólo se pueden encontrar estos elementos en equipos de divisiones muy inferiores y en algunos equipos de la antigua RDA, donde la ley se aplica de manera menos rígida.
Por ejemplo, los ultras del Dynamo de Dresden celebraron uno de sus aniversarios con un espectacular bengaleo, una de las excepciones que confirma esta regla. También esta prohibido en los viajes de los grupos, según a que estadios (es decir, si hay rivalidad fuerte o no) la prohibición del uso de megáfonos, estandartes, banderones, etc...
A nivel nacional, se han reunido los Ultras pronto para discutir los problemas comunes que les afectan. La primera reunión se remonta a 1998 y asistieron grupos de 15 ciudades. A principios de esta década, en el marco del Pro-reunificación Fans, la acción conjunta en contra de la comercialización del fútbol se formaron: "Pro 15.30" para unificar los horarios de los partidos y "Kein Kick ohne uns" ( "No es un juego sin nosotros") que afirman el lugar de los aficionados en el fútbol. En 2002, 130 representantes de 30 grupos, con los trabajadores del Fanprojekte participaron en la segunda sesión, durante el cual los temas relacionados con la represión y los efectos del fútbol-negocio fueron amplias y constituyeron una plataforma para las reclamaciones conjuntas. Esta plataforma organizó una marcha en Berlin antes de la final de Copa de aquel año a la que acudieron 1.000 personas de muy diversos grupos como muestra de unidad.
Algunas reclamaciones de los ultras son, como hemos dicho, la unificación de los horarios de los encuentros. El mismo día y la misma hora. La prohibición de que cualquier partido finalize más parte de las 20:00 horas o que ante un posible cambio de fechas de algún partido en concreto se avise a todos los aficionados con un mes de antelación como mínimo. También reclamaciones propias como la introducción de elementos pirotécnicos en casa, más facilidades en los viajes respectivos con el acceso de algunos elementos de animación y la denuncia constante contra la represión y los abusos de la policía.
Fueta de Pro-Fans, otra organización defiende los intereses de los aficionados al fútbol: se trata de BAFF ("Büdnis aktiver Fussball-Fans", "Asociación de aficionados activos al fútbol") formada en 1993 y en defensa de los intereses de los aficionados y en contra del racismo.
En 2005, tuvo lugar otro evento en Frankfurt antes de la inauguración oficial de la Copa. 2.000 personas se manifestaron por la ciudad, todas con camisetas formando los colores de su club y con una inscripción común en la espalda: "Divididos por el color, unidos por las circunstancias". Muchos medios de comunicación a raíz de esta manifestación comenzaron a cambiar su discurso sobre los grupos ultras pasando en algunos casos de ser violentos, marginales o peligrosos a ser considerados como personas y como movimiento respetable. Dicha manifestación fue incluso recibida por el entonces Ministro del Interior alemán, aunque la reunión de los representantes de la manifestación con el ministro no fueran del todo satisfactorias.
(Continuará...)

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