martes, 27 de enero de 2009

Vergüenza


Suena obsceno hablar de tanto dinero junto, sobre todo después de hacer malabarismo para que el sueldo alcance para cubrir todos los gastos que se multiplicaron con la inflación y con las inesperadas subas de los servicios y de los impuestos. Sin embargo, más allá del crack financiero que puso en jaque la economía mundial, el negocio de la pelota parece no encontrar un techo. Y los números que se manejan son estratosféricos. Si llamaban la atención los 172 millones de dólares que quería pagarle el Manchester City al Milan por el pase de Kaká o los 156 millones que Real Madrid quiere invertir para dejar a Manchester United sin Cristiano Ronaldo, qué queda decir de los 330 millones que vale el pase de Lionel Messi. Sí, leyó bien. El club que desee obtener los servicios del argentino, considerado el mejor futbolista del momento, tendrá que poner toda esa platita, sin contar lo que deberá agregarle para pagarle el contrato a la Pulga, que rondaría los 20 millones de dólares por temporada. La increíble cotización del 10 del Barcelona fue hecha por el diario catalán Mundo Deportivo, que salió con los tapones de punta para ahuyentar los rumores sobre una posible ida de Leo al Real Madrid. Detalla que a los 195 millones de dólares que cualquier hijo de vecino debe poner para poder hacer uso de la cláusula de rescisión del jugador, hay que añadirle el IVA (unos 32 millones de dólares más). Hasta ahí van 227 millones. Y para evitar que el Ministerio de Hacienda español mande a los sabuesos, el interesado deberá abonar el impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF). En España, según detalla el periódico, ese tributo alcanza el 46 por ciento. De ese modo, números más, números menos, se llega a los 330 millones de dólares. Resulta difícil calcular cuánto espacio físico ocupan todos esos billetes verdes. Casi tanto como imaginar a Messi con otra camiseta. "No me iré ni al Chelsea, ni al Inter, ni al Real Madrid. No es cierto todo lo que se ha dicho en estas últimas semanas. La verdad es que no entiendo por qué tengo que aclarar algo que no es verdad", sostuvo ayer la Pulga en el programa Hat-trick de la televisión de España. Y por si hacía falta más, el argentino subrayó: "Llegué al Barcelona cuando tenía trece años y el club nos lo dio todo, tanto a mí como a mi familia. La verdad es que tengo de todo y no me falta nada. Tengo muy claro que no me iré a ningún lado. Y mi palabra va a misa". ¿Quedó claro? Aunque luego dejó una puerta abierta. "Nada es imposible porque con todo lo que dio Ronaldinho al Barcelona, al final se le trató mal y acabó yéndose. Ronnie en el último año no estaba feliz, y eso es porque sabía que no lo querían". Palito para el Barça... ¿Habrá alguien con 330 millones de dólares de más en la billetera?
Publicado en La Razón (Argentina), 27/1/2009

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