Anoche, a eso de las 23 horas, decenas de miles de personas que sustentamos el ente público con nuestros impuestos (para soportar un bodrio de programación en el 90% del contenido) pudimos ver el reportaje de producción propia del programa "Documentos TV" para la segunda cadena estatal.
Bajo el título de "Fuera de juego" mezclaron un sin fin de problemas y actitudes que, residen en la sociedad en su conjunto y no en el fútbol en particular, para hacernos ver las bondades de la nueva ley contra la violencia, la xenofobia y el racismo en el deporte que, aún así, y en palabras del coordinador de seguridad del Nou Camp "se queda corta, y habría que ampliarla con condenas más severas y recluyendo a los seguidores radicales en comisarias mientras dure el espectáculo deportivo". Grandes las palabras de este personaje que durante el reportaje es un tio tan eficiente y espléndido en la lucha contra la violencia y el racismo que su mayor hazaña en el mismo es expulsar de socio a un grupo de 5 chavales que estaban cometiendo el grave delito de fumarse un porro mientras veían el encuentro. Probablemente algo le estarían diciendo a Eto´o también sobre su condición de negro.
La caza del aficionado en el campo del Barça es más que preocupante, porque cualquier grupo de más de 10 personas que se junten para dar cuatro palmas de animo se convierte automáticamente en sospechosos. Si esas personas deciden levantarse, ondear alguna bandera y colgar una pancarta, pasan de sospechosos a delicuentes, ipso facto. ¡Viva la tolerancia en el deporte!
Mejor todavía es el creador de ruido profesional, Esteban Ibarra, conocido por sus grandes dotes para cazar subvenciones a velocidad de vertigo y luchar contra el racismo envuelto en su polo de Lacoste. No entraré más al trapo con este personaje que se cree la vanguardia del antirracismo español y mezcla churras con merinas de un modo constante, panfletario y bochornoso. Una auditoría para comprobar en que se gasta el dinero su organización sería idóneo para comprobar donde se desvían los millones que anualmente recibe su organización con 0 presencia en la calle, 10 en los medios y que realiza sus "Informes Raxen" con informaciones caducas y no contrastadas obtenidas de Internet.
Los que día a día nos juntamos en las gradas para animar a nuestros equipos sabemos un poquito más de como luchar contra la lacra del racismo desde dentro y en nuestro deporte. Sin necesidad de subvenciones ni lavados de coco. Ni mucho menos de una ley semi-fascista que convierte a todo asistente a un espectáculo deportivo en culpable, hasta que demuestre lo contrario.
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