Las discrepancias que una parte de la afición del Rayo mantienen con el propietario del club, Raúl Martín Presa, y su cúpula directiva son el origen de las pintadas de ayer en las inmediaciones de la entrada a vestuarios y a las oficinas de la entidad en el estadio de Vallecas, en las que se pedía la marcha del presidente, al que se acusa de ser un testaferro de la familia Ruiz-Mateos, la anterior propietaria de la entidad franjirroja. Operarios del Ayuntamiento de Madrid se encargaron de hacer desaparecer estas pintadas a primera hora de la tarde.
FUENTE: As
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