Al final de mes, tan solo faltan ocho días, los jugadores y trabajadores de la entidad granate acumularán una deuda de tres meses y el tercio de otro más, el de noviembre, ya que no han percibido el dinero correspondiente a dichas nóminas. Con el paso de los días, la situación comienza a ser preocupante, aunque es cierto que todos ellos sabían cuando se embarcaron en este proyecto que podría suceder esto, ya que la directiva se lo había manifestado antes de firmar los contratos.
Los dirigentes del Pontevedra, al igual que de otros clubes, están pendientes de recibir las diferentes subvenciones que tienen pendientes de los organismos oficiales para hacer frente a los sueldos de estos trabajadores.
En algunos casos, la situación es complicada, ya que no tienen otro tipo de incentivos, más en el caso de los que están realizando sus estudios. Muchos de ellos tiene que pedir anticipos a sus padres para poder realizar los desplazamientos para entrenar, de ahí que el propio Milo Abelleira en ciertos momentos trate de evitar alguna sesión para eludir este tipo de situaciones.
A pesar de que confían ciegamente en cobrar las cantidades que se le habían prometido, hay días en que los entrenamientos están marcados por la preocupación económica de algunos futbolistas, especialmente los que se tienen que desplazar desde Vigo, Porriño o la zona del Morrazo.
Lo que está sucediendo en el Pontevedra confirma que hay otros clubes de la categoría que no tienen este problema económico y demuestra el porqué muchos futbolistas a los que intentó fichar el técnico desestimaron la oferta, ya que hoy por hoy el club no puede competir a nivel económico con sus rivales.
La directiva confía en solventar la situación en la mayor brevedad posible, pues es consciente de que de no ser así, la plantilla en caso de clasificarse para el play-off no estaría en las mejores condiciones psicológicas para afrontar el reto de ascender.
FUENTE: Faro de Vigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario