miércoles, 20 de febrero de 2013

Irvine Welsh, una historia de la Working class futbolera (Quinta y última parte)

Desde luego, la censura de las noticias sobre la violencia en el fútbol a la larga pudo revelarse como algo no tan eficaz, visto que el pasalabra, de siempre el mejor medio para la circulación de información, pareció sugerir un incremento de la actividad. Como los libros de los dos Martin subrayan, la violencia no se fue, sólo se especializó y eso contribuyó a que sus participantes fueron también más profesionales. En Inglaterra sobre las alas de este nuevo medio se ejerce el potencial para el retorno a gran escala de la violencia en el fútbol. Los seguidores más longevos, incluidos aquellos que han podido tener algo que ver en algún momento de su vida con el hooliganismo, son ahora menos apasionados y alienados que nunca con el viejo deporte. Esto resulta particularmente evidente durante los grandes torneos internacionales. Autoridad, clubs y mass media han subestimado, a mi parecer, la pasión de quien piensa que el fútbol es, y siempre será, un acto social más que cualquier otra cosa que sea entregar el dinero de los clientes. Quizás esto lo estoy escribiendo después de haber asistido a un West Ham-Leeds United (partido durante el cual no sólo se encontraron las mobs, sino también los seguidores normales), con un Celtic-Rangers transmitido por televisión el día después y algunos rumores sobre una reciente visita del Millwall a casa del Manchester City. Todo esto me da la impresión me da la imrpesión de que la violencia en el fútbol puede estar, como sugieren los autores, de nuevo entre nosotros.
"Naughty Nineties" retoma el discurso donde lo dejó "Hoolifan", examinando algunas peleas desde la perspectiva de los actores principales, metiéndolo en contraste con las reacciones de la sociedad, en gran parte determinada por los media y la autoridad. Como en el caso de su predecesor también este libro está escrito con grandes frases, mucho sentido y un humor nada despreciable. Captura magnificamente la verdadera camaradería de las gradas con el inconfundible estilo de la clase obrera. Y para ser escritores provenientes de un sector de la comunidad habitualmente ridiculizado y descrito como una suerte de agenda siniestra y clandestina estudiada para para mentir sobre los mitos del Reich, las conclusiones de "Naughty Nineties" resultan inevitablemente libertarias, basadas en el sentido común, experiencia y nociones de justicia natural; cualidad evidentemente no abundante en aquellos que controlan el fútbol en Inglaterra en nuestros días.
Como en el caso de la droga, por poner sólo un ejemplo, en una sociedad libre siempre habrá personas que prefieran renunciar a parte de sus actividades en lugar de comportarse más pasionalmente y asumiendo riesgos. La manzana del placer prohibido es siempre fuerte. Como siempre me dijo mi madre: "Basta con que no hagas daño a ningún otro". Y, puede que si, tengo la vaga sensación de que ese "ningún otro" sea siempre menos el sobreestimado "seguidor tipo" y siempre más aquel que continua haciendo suyo el fútbol. Mientras tanto, y como se suele decir, ¿quien juega hoy?
PRÓLOGO DE IRVINE WELSH AL LIBRO DE MARTIN KING Y MARTIN KNIGHT LLAMADO "NAUGHTY NINETIES" Y PUBLICADO EN SU PRIMERA EDICIÓN EN 1999. SE HA TRADUCIDO A VARIOS IDIOMAS PERO, ¡OH NO! NI TE MOLESTES EN ENCONTRARLO EN CASTELLANO.

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