martes, 29 de enero de 2013

Fútbol: Pasión y diversión sin racismo ni fascismo

Una expresión popular afirma que para saber a donde te diriges, debes saber de donde vienes. Hoy vuelvo a recurrir al Torcida Antifeixista para confirmarlo. El número agraciado ha sido el 6, editado en Noviembre de 1995 y en el, un prestigioso e histórico miembro de Brigadas Amarillas (saludos para él), analiza los primeros años del movimiento ultra estatal, desde una óptica antifascista, basado en un artículo escrito por el mismo para el "Zu atrapatu arte", el fanzine de la extinta sección Negu Gorriak de Brigadas Amarillas. Como todos los textos históricos, hay que enfocarlo desde la distancia y situarlo en el contexto correspondiente a la época.
ARTÍCULO
Quisiera hacer una breve historia de los grupos de hinchas que proliferan por la península, quizás esta no sea todo lo buena que, a lo mejor, queréis o que deje datos que ya sabéis, todo es criticable, pero yo lo entiendo así.
Todo empezó allá por el principio de los años 80, donde la agresividad de los hinchas ingleses, griegos o argentinos y la espectacularidad de los tiffosi italianos y las torcidas brasileñas, influenció a una gran parte de los jóvenes que iban al fútbol. Antaño sólo se veían peñas que animaba unicamente cuando el equipo metía gol y esto se limitaba a mover banderas, pocas bufandas y artilugios de animación que había por esa época.
Como digo, en el estado español fue a raíz del Mundial del 82 cuando se comenzó a ver una mayor agresividad en la forma de animar en las gradas, todo esto propiciado por pequeños grupos de jóvenes que, ataviados con prendas de sus equipos, animaban sin descanso al equipo. Se comenzaron a ver los primeros tifos al estilo italiano con bengalas, nitrato y todo el material pirotécnico. También empezaron los primeros incidentes (aunque lo de los incidentes decir que siempre los ha habido) entre los grupos.
Los grupos no se caracterizaban por su politización (salvo Brigadas Amarillas), pero fue a raíz del nacimiento del grupo ultra del Espanyol cuando la cosa empezó a politizarse. Las Brigadas Blanquiazules fueron fundadas y financiadas por Royuela y su hijo. Royuela fue uno de la guardia personal de Franco y vio en el fútbol un escaparate magnífico para relanzar su ideología fascista que en esos años no tenía (ni tiene) tanta fuerza como antaño, bajo el régimen franquista.
A partir del nacimiento (por desgracia) de este grupo, se empezaron a ver en los campos, banderas nazis, expañolas con el pollo y demás guarradas. Grupos como Ultras Sur y Frente Atlético; amparados, financiados y protegidos por sus presidentes, crecieron sin cesar. También por acción de la prensa que siempre actúa bajo intereses y que, tras lo de Heysel, lo "ultra" se puso de moda.
Ya por el año 88/89 las cotas de violencia se dispararon, pero no la violencia tipo inglesa de mogollón de gente, sino la violencia estúpida del veinte contra uno, y en eso los Ultras Sur fueron los números 1 (como cobardes que son). La cosa mosqueó un poco a las autoridades, pues por lo visto gastaban muchas pelas en partidos de alto riesgo, y la solución que dieron fue la de palos a todo el mundo.
Sobre el año 90/91 se empieza a ver una nueva mentalidad en los jóvenes hinchas, la de ver partidos como forma de diversión, la de pasarte un rato con los colegas...; los grupos nazis no tienen la fuerza de antes (será por los pocos palos que les dieron) y se crean por doquier (o cambian de mentalidad) grupos antifascistas en el Rayo, en Vigo, en Xixon, etc...La cosa cambia y la gente se da cuenta que para ir de hincha, no necesariamente se tiene que ser nazi. Aquí es cuando los grupos nazis cambian su estrategia y proclaman que van de apolíticos (¡ja!), casos como Ligallo, Frente Atlético, Yomuss...Replantean su estrategia y pregonan a los cuatro vientos falacias sobre su ideología: menos mal que todos sabemos de que pie cojean estos bastardos y, por eso, no debemos bajar la guardia con ellos.
En los últimos años, la cosa, en plan de grupos y demás, ha mejorado mucho: los grupos son cada vez más numerosos, el material es cada vez más variado y de mejor calidad, han bajado mogollón los incidentes entre las aficiones (ahora se limitan a enfrentamientos con la madera), cada grupo tiene su boletín "oficial" y la peña es más consciente del valor que su ánimo tiene para su equipo (no todos, claro).
Realmente me pregunto si se ha alcanzado la madurez necesaria en las peñas. Creo que no, pues no nos podemos comparar a grupos italianos, argentinos, griegos, etc...y menos mientras existan grupejos fascistas que sólo van al fútbol (al nuestro) a insultar en plan racista a jugadores y/o aficionados contrarios e inculquen su ideología de mierda a los más jóvenes.  No lo lograremos si nos desanimamos, pues si antes habíamos pocos -sic- (Brigadas Amarillas, Herri Norte y poco más, hablo del 82), ahora somos mogollón, tenemos un medio de comunicación como es el "Torcida Antifeixista" y la unidad de los grupos es cada vez mayor. Con ello y nuestros cerebros debemos crear un auténtico frente antifascista: denunciar a esos clubs que financian a grupos nazis, desenmascarar a grupos de extrema derecha infiltrados en dichas peñas, etc..No es difícil si entre todos lo hacemos, a pesar de la complicidad y amparo de las fuerzas del órden, y en todo caso habrá una cosa que no te podrán quitar nunca...Tu forma de pensar. Utiliza el cerebro contra ellos y ¡lucha hostia!

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