Por suerte hay quienes se han dado cuenta de que el mundo del fútbol
necesita un cambio urgente para salvarse del abismo. Quizás un poco
tarde, pero a tiempo. Al menos eso es lo que realmente creemos.
Mientras
la FIFA se gasta una rimbombante operación para saber si el balón cruza
o no la línea del gol (como si eso sucediera en una cantidad
significativa de partidos), la UEFA y particularmente Michel Platini, se
han enfrascado en propósitos mucho más preocupantes, acabar con el
endeudamiento imperante en el fútbol europeo.
La reciente medida al Málaga, como bien alegan desde el club
andaluz, puede ser un castigo exagerado y ejemplarizante que los trata
de utilizar como escarmiento, pero por algún lado tenía que comenzar y
ellos estaban en sobre aviso.
Al analizar dicha sanción cabe
preguntarnos por qué no ocurre lo mismo con los clubes ingleses llenos
de deudas desde hace varios años. La respuesta comienza con que no
presentan pagos pendientes a los empleados, a otros clubes por traspasos
de jugadores y autoridades tributarias.
En la Premier la mayor
parte de la deuda de los clubes es para con sus propios dueños, –lo cual
es una deuda “interna” que no genera intereses-, o hacia los bancos. En
el primer caso se encuentran las entidades en manos de magnates que han
inyectado capital desorbitantemente en las últimas temporadas: Chelsea,
Manchester City, Fulham, y de la segunda forman parte varios clubes,
aunque los más significativos en este grupo son Manchester United y
Liverpool.
Otra razón que “alivia” la situación económica en el
Reino Unido es que los clubes son dueños de sus estadios y el valor
hipotecario de los mismos llegaría a cubrir una gran parte de las
deudas, si no todas, en caso de ser necesario.
Si bien el dueño
catarí del Málaga ha introducido mucho menos plata para fichajes desde
su arribo hace dos años y medio, no ha asumido las deudas contraídas de
una manera personal, incurriendo en las irregularidades penalizadas por
la UEFA. Se vio obligado a vender a Cazorla y a Rondón y ahora también
ha puesto el club en venta para librarse del asunto, pero es bien
difícil encontrar un comprador que asuma semejante panorama.
Que sirva como espejo
Según los datos disponibles de la temporada 2010-2011 (los de la más reciente campaña serán publicados en 2013), los clubes ingleses acumulan una deuda total de 1.4 billones de libras, por mucho la mayor de Europa. Sin embargo, los contratos de televisión han disparado los ingresos de todas las entidades, incluso los de segunda división, y los equipos grandes en Inglaterra son marcas comerciales generadoras de grandes sumas por publicidad y en los estadios.
Que sirva como espejo
Según los datos disponibles de la temporada 2010-2011 (los de la más reciente campaña serán publicados en 2013), los clubes ingleses acumulan una deuda total de 1.4 billones de libras, por mucho la mayor de Europa. Sin embargo, los contratos de televisión han disparado los ingresos de todas las entidades, incluso los de segunda división, y los equipos grandes en Inglaterra son marcas comerciales generadoras de grandes sumas por publicidad y en los estadios.
Aunque la UEFA no ha
arremetido aún contra ellos, los altamente endeudados clubes ingleses
pueden comenzar a mirarse en el espejo del Málaga.
Sin
contabilizar las cuentas de la última temporada donde salieron
campeones, -las que comenzarán a contabilizar para el Juego Limpio
Financiero-, desde que el jeque del Manchester City compró el club en
2008, han gastado 930 millones de libras, de las cuales solo 365 han
sido generadas por sus actividades.
Cuando el pico del gasto
alcanzó su máximo en la 2009-2010, el club gastaba el triple de lo que
ingresaba. Su título de Premier le costó diez dígitos.
Por su
parte, hasta la consecución de su sueño europeo, Abramovich gasto 819
millones y si analizamos la actual situación por la que atraviesa el
Chelsea, va a tener que aflojar unos cuantos kilos más.
Las
astronómicas pérdidas de Chelsea y City, -que aún ganando la Premier se
acercaron a los 100 millones de libras en la temporada 2011-2012, casi
la mitad de lo reportado en el lapso anterior-, elevan el déficit
colectivo del fútbol inglés a más de 350 millones de la moneda
británica, a pesar de un ingreso neto superior a los dos billones por
temporada.
Sin embargo, el Manchester United, ampliamente
endeudado, genera beneficios en cada una de las temporadas, aunque ahora
asume una altísima cuota de interés producto de que los Glazers
traspasaron al club parte de su deuda bancaria personal.
Para
evitar que el futbol continúe siendo alimentado por millonarios
benefactores que empañan la justa competición, la UEFA limitará a cinco
millones la diferencia negativa que puede existir entre ingresos y
gastos y racionará también la cantidad de capital que los dueños podrán
inyectar en sus clubes, monto que se irá reduciendo progresivamente.
La
realidad es innegable: hay que impedir que los magnates sigan
apoderándose de más y más clubes, llenándolos de deudas y dejándolos a
merced de sus antojos. Hay que volver a equilibrar las fuerzas y romper
esa élite económica responsable de que solo unos pocos puedan ganar
títulos. Se necesita volver a sembrar en los futbolistas el amor por el
juego y no por lo que pagan sus mecenas.
FUENTE: Goal
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