jueves, 13 de diciembre de 2012

El tifo en España

Tras el desagradable título de "Arriba España" se esconde un buen artículo sobre el comienzo del movimiento ultra en nuestro estado, a cargo de la mano de Fabio Bruno, el que fuera uno de los máximos responsables de Supertifo, autor del libro "Vitá da ultra" en 1992 y seguidor de la Sampdoria y que apareció en la nombrada revista, en Abril de 1990, en el número 4. Es obvio que no se trata de un documento donde se trate, en exclusividad, el tema de los grupos antifascistas. De hecho son nombrados muchos de nuestros enémigos ideológicos, pero si puede ser una buena piedra angular para muchos de los chavales que pueblan nuestros grupos para que adquieran más conocimientos acerca de nuestros primeros pasos y, sobre todo, vean como se veia el tema ultra estatal a través de otros ojos. Buena lectura.
España es la primera nación del continente en recibir la influencia del movimiento ultra italiano, también porque en 1982 los españoles entraron en contacto directo con los seguidores italianos, que apoyaban a nuestra selección en los últimos y decisivos encuentros de aquel histórico mundial.



ITALIA DOCET
 En las temporadas inmediatamente sucesivas se vive una auténtica eclosión de pequeños grupos, que usaban sobre todo muchas banderas y, junto a las peñas, seguidores más o menos oficiales, aparecieron varios grupos como Ultras Sur del Real Madrid, Boixos Nois del FC Barcelona o Frente Atlético del Atlético de Madrid. Aunque para ser sinceros no se encontraban muy desarrollados, también porque no existia un organo de coordinación entre las diversas ciudades, y las únicas noticias llegaban a través de la revista "Don Balón", la cual esporádicamente dedicaba algún espacio a las fotos de los seguidores. A pesar de todo, nacieron otras realidades como los Ultra Boys del Sporting de Gijón, la Brigada Norte Biri Biri del Sevilla, las Brigadas Blanquiazules del Español o las Brigadas Amarillas del Cádiz, que son la prueba de la vitalidad de estos grupos, donde no faltaron incidentes en los partidos más intensos, debido sobre todo a motivos regionalistas (No hay región española en el cual no exista un movimiento político independentista, más o menos seguido). En el Pais Vasco la situación era un poco atípica, en cuanto que el público, muy fervoroso, no colaboraba tanto con los ultras y los Herri Norte de Bilbao intentaban transformar San Mamés en una olla, como lo había sido justo antes de su nacimiento.
EL SUPERTIFO IBÉRICO
Una novedad muy importante en 1986: en Barcelona, José Ignacio Porras y otros chavales producen "Ultras", el primer fanzine sobre el mundo del tifo, fotocopiado y distribuido por correspondencia que se convierte en la voz oficial de los jóvenes supporters, y permite el contacto personal y la fundación de nuevos grupos. En el transcurso de un año los ultras se afianzaron en España, con banderones, botes de humo, pancartas y material promocional, también viajar era una privilegio (y un honor) de pocos, dadas las pésimas condiciones de calles y carreteras asfaltadas, y debido también a la edad media de los ultras, que eran muy jóvenes. Llegados a este punto, casí todos los equipos importantes tenían su propio grupo ultra, y entre los nacimientos más recientes de la época cabe citar a Supporters Gol Sur del Betis, los Ultra Naciente de Las Palmas, el Ligallo Fondo Norte del Zaragoza y los Riazor Blues de La Coruña. Todo hacía presagiar un verdadero boom en los años venideros, pero todas las previsiones se vienen abajo, porque comienzan las dificultades.
IMPREVISTO STOP
El nacimiento de estas nuevas "bandas" no era bien vista por muchos dirigentes y tampoco por los medios de comunicación. En el pasado, todas las peñas eran controladas por los clubs, mientras los ultras eran autónomos y poco propensos a recibir ordenes de nadie. Su visión excesivamente radical había creado no pocos incidentes en el balance: los derbys andaluces entre Cádiz, Betis y Sevilla acaban habitualmente con heridos y arrestados, y así en Madrid, Barcelona, Asturias y demás. Otro grave elemento de disgregación fue la coloración política de todos los grupos, a un nivel inusual, incluso para Italia y que constituia una continua provocación para adversarios y fuerzas del órden. Faltaba, por otra parte, una buena organización interna y también un número de miembros suficientes como para poder hacer frente a los ataques de la autoridad competente, mass-media y clubes. Así que en la mayoria de los casos se produjo una fractura entre ultras y resto de seguidores, que estaban a su lado en los fondos, pero no aprobaban sus metodos. Finalmente, fue muy nocivo el querer a toda costa "imitar a los italianos" absorviendo nuestros áspectos más eclécticos sin tener los medios para reproducirlos, sea en las coreografias como en la vida social del grupo.
 
PROHIBICIONES Y DIFICULTADES
Las Brigadas Amarillas del Cádiz están a punto de disolverse a raiz del arresto de uno de sus principales exponentes y están ahora casí inactivos; los Supporters del Betis disminuyeron sensiblemente a causa de los pesimos resultados del equipo; así como ha sucedido más recientemente con las Brigadas del Español, que ha pasado de jugar la final de la UEFA a la segunda división; la presión del club y las medidas de seguridad en el interior del Camp Nou han reducido a los Boixos Nois a un grupo marginal, que sólo resurge en los encuentros de prestigio; los Biris del Sevilla ha visto prohibido el uso de las astas de las banderas, campo en el que siempre habían sido los mejores en España; los Herri Norte de Bilbao y la Peña Mujika de San Sebastian no han conquistado al resto de seguidores vascos y son una minoria entre sus propias aficiones. La única gran excepción se encuentra en Madrid, donde el presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, si ha demostrado ser sensible que incluso ha apoyado economicamente al Frente Atlético, transformándolo en una peña oficial de los colchoneros y permitiéndoles una cierta expansión. Entre los otros, se han asentado los Indar Gorri de Pamplona y los Yomus de Valencia, únicos grupos "emergentes" en una panorama similar y sobre todo los valencianistas que han tenido buenisimos resultados organizativos. También han mejorado ligeramente las cosas para los Ultra Violetas del Valladolid y las Brigadas Azules del Oviedo, mientras los Ultra Boys de gijón están pasando un momento complicado.
 La revista "Ultras" ha cambiado el nombre a la de "Hinchas", y continua siendo el único portavoz de los ultras españoles, donde sus mejores grupos, Ultras Sur y Frente Atlético se acercan ahora a niveles muy lejanos de nuestros mejores grupos de Serie A y B, testimoniando este retraso que nuestros colegas ibéricos estan intentando enmendar.
Traducido por "La banda izquierda"

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