Edgardo Andrada, el portero argentino del Vasco da Gama que encajó de
penalti el gol número 1.000 de Pelé, ha sido investigado y juzgado en
Argentina por el secuestro y asesinato durante la dictadura militar de
los militantes peronistas Osvaldo Cambiaso y Edu Pereyra Rossi,
ocurridos en mayo de 1983.
Andrada tenía un sobrenombre como portero, el Gato, y otro como
represor de los servicios de inteligencia, Antelo, del exdictador
Reynaldo Bignone, el último presidente del régimen militar que gobernó
de facto en Argentina de 1976 a 1983.
El fiscal general Juan Patricio Murray vincula a Edgardo Antelo
Andrada con un grupo de represores y asesinos dirigidos por Bignone y en
el que también formaban escuadra el excomisario Luis Patti, el militar
Pascual Guerrieri y los exagentes de Inteligencia Ariel Porra y Juan
Andrés Cabrera.
La Justicia llegó a Andrada por una denuncia anónima que investigó el
juez de San Martín, Alberto Juárez, quien finalmente obtuvo la
confesión de otro represor, Eduardo Costanzo, que involucró al exportero
"Tenemos acreditado en el expediente que el 14 de mayo de 1983, día en
el que sucedieron los hechos, Andrada figuraba como agente especial del
destacamento de Inteligencia 121 de Rosario". En esa fecha se produjo el
secuestro y la desaparición de los dos militantes peronistas, Cambiaso y
Pereyra, que días después aparecían asesinados. Costanzo ya fue
condenado a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, aunque
cumple arresto domiciliario.
El Gato Andrada inició su carrera de guardameta en Rosario Central,
fue campeón de Río de Janeiro en 1970 con Vasco y logró el título
brasileño en 1974. Se retiró en 1982 con la camiseta del Colón de Santa
Fe. Tras su etapa como jugador, y una vez que surgieron los primeros
rumores sobre su pertenencia a los escuadrones de inteligencia de la
dictadura militar, Andrada volvió al fútbol y se colocó como preparador
de porteros en Rosario Central, trabajo que ha sido forzado a abandonar
una vez que se ha celebrado el juicio contra él. El presidente del club
rosarino, Norberto Speciale, le pidió la dimisión y aseguró que si
Andrada es culpable él mismo se encargará "de arrancar de las paredes
del club todas las fotos de Andrada, de borrar su paso por la historia
de este club".
Según O Globo, el fallo se conocerá en el plazo máximo de un mes,
pero Murray anticipa que "hay indicios para que Andrada vaya a prisión".
FUENTE: As
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