Algún lugar de por aquí, año 2045
Que agradable mediodía de viernes, creo que hoy voy a ir a recoger a los niños antes al colegio y les voy a llevar al estadio. ¡Hace tanto que no van! Además, como el partido es televisado por la "Tonta TV" la entrada sale por sólo 200 euros. Si, creo que eso es lo que voy a hacer, dejaré la oficina en manos de Pablito, ese chupabotas que sería capaz de lamerme el cipote con tal de subir algún puesto en el escalafón de la empresa.
He aparcado en el parking exclusivo del "Centro Comercial Estadio" media hora antes de que comience el partido, creo que me da tiempo a ir con los niños a hacer unas compras antes de entrar al soccer. Sólo son las 13:30 y con las escaleras mecánicas llegamos en un periquete a nuestra zona. La verdad es que esto es un lujo que no esta pagado, recuerdo tan sólo hace 30 años cuando todavía quedaban algunos estadios en medio de las ciudades, ¡por dios que antiguos eramos!, el fútbol duraba 90 minutos, apenas se veían goles y dejaban entrar a toda la chusma de la ciudad para ver el fútbol, siempre molestando con sus banderas, sus pancartas y sus mierdas. Que gran labor se hizo durante tantos años para echar a aquella plebe de los estadios. Ahora todos los estadios son centros comerciales construidos en zonas residenciales -donde vivimos la gente de bien, claro-, el fútbol dura 60 minutos dividido en cuatro partes -como el basket de nuestros amigos américanos-, han quitado a los porteros y hay 15 jugadores para poder ver más goles en los partidos -el otro día recuerdo que quedamos 15-8, fue un gran partido- y, por supuesto, al estadio sólo vamos quienes podémos permitirnóslo, por el horario y por el precio, claro.
Ya que he hablado de antes, recuerdo bien como comenzó el adaptar los horarios a nuestros gustos -a la gente con clase y dinero, vaya- y a los de nuestros amigos chinos, indios y norteaméricanos. Empezó hace ya 35 años poniendo algunos partidos en lunes, pero sólo funcionó dos años. Luego pusieron algunos partidos en viernes, pero sólo en segunda y tampoco duró mucho el invento. Fue unos años más tarde, cuando entró el PPOE al gobierno y se liberalizaron los horarios, porque los amigos chinos, norteaméricanos e indios querían ver también buen fútbol...y, claro, tenían el dinero para poder comprarlo. Ahora se juegan partidos todos los días de la semana, ¡¡incluso partidos a las cuatro de la mañana!! Ese es el que echan los lunes, pero a mi no me gusta, porque los niños a esas horas tienen que estar dormidos.
Alguna vez cuando estoy de negocios por Kuala Lumpur, Tokio o La puta que los parió a todos -una ciudad argentina, de tan sólo 20 años, muy moderna y muy chic-, me acercó a ver algún Motorola Barcelona-Coca-Cola Madrid o algún Vodafone Milan-Ford Atleti, porque ahora la primera -y única- división europea se juega por todo el mundo. Ese fue otro gran acierto, eliminar de un plumazo a todos los equipillos esos que no generaban dinero y que eran seguidos por pelagatos e idiotas. Fijate, que en la provincia española llegaron a existir hasta 8 o 9 divisiones, con mogollón de grupos y todo eso, ¡que locura! Le tuvieron que meter mano porque la gente sólo quería ver a cuatro o cinco equipos y a otros pocos de fuera, y eso, afortunadamente es lo que hacemos ahora.
Os tengo que dejar, son las 13:59 y el partido va a comenzar. Ya estoy con los niños en nuestras butacas para clientes, y la azafata me está trayendo el menú de hoy. Que a gusto poder ver así el fútbol, seremos como 200 clientes en un sitio donde cabrían miles, en los asientos vacios se ponen hologramas que simulan gente, pero que como no hay nada en realidad, no molestan en absoluto. El resto de la gente importante -millones de chinos, indios y norteaméricanos- lo está siguiendo por realidad virtual. ¿La chusma que iba antes al fútbol? Se aburrieron de recibir palos y de que les marginaran del que decían que era su deporte, ja, y ahora se han pasado a la petanca. Se monta cada pelea en los parques de los barrios esos de obreruchos que para que!!! ahí también tendrían que meter mano ya, que cada vez que se lían a palos entre ellos, muchos no pueden acudir a producir por cuatro perras a nuestras empresas, menos mal que vivimos a 50 kilometros en nuestra zona residencial vigilada por el ejército privado las 24 horas del día.
Quizás estemos a tiempo de pararlo...
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