viernes, 13 de agosto de 2010

Hooliganismo en la República Checa

No conozco ni un sólo texto en castellano donde se trate en profundidad el fútbol checoslovaco. Poca gente sabe que el fútbol se desarrolló casi a la par que en Inglaterra con clubs fundados a mediados del Siglo XIX o el cambio de denominación de algunos clubs en la época comunista del país, como el Sparta de Praga que pasó a llamarse FC Dynamo o el Bohemians de Praga que se llamó durante muchas decadas el Spartak de Stalingrado.
EL HOOLIGANISMO EN LA REPÚBLICA CHECA
Pero quizás al lector medio del blog le interese más como se desarrolló la cultura de grada en este país del Este europeo. En los años ´80 se dieron los primeros problemas de hooliganismo entre aficionados de distintos equipos, pero nada organizado y todo fruto del calentón del momento. No se puede hablar de grupos hooligans organizados hasta la caida del comunismo en 1989-1990 en este país. Antes de estos, hubo problemas en el fútbol checo desde sus orígenes hasta mediados del Siglo XX, pero rollos más cercanos a lo que se puede apreciar en una pelea en cualquier partido de regional en nuestro Estado que a tema hooligan. Es, como deciamos, a finales de los ´80 y comienzos de los ´90 cuando surgen los primeros grupos organizados, con nombres propios y una estructura definida. Como en el resto de países donde se comenzó a desarrollar una nueva cultura a la hora de entender el fútbol, se establecieron diferentes relaciones (buenas o malas) entre los aficionados de los distintos equipos y el medio de comunicación preferido de estos grupos eran los fanzines, que la mayoría de ellos editaban.
 El primer incidente destacado en Chequia ocurrió en 1985 con el destrozo -literal- del tren que transportaba a los aficionados del Sparta de Praga a Banske Bystrice. Este hecho fue llevado al cine dos años después por el director Karel Smyczek que rodó la película Proc?, que llevado al castellano viene a decir ¿Por que? y lejos de asustar a la banda y alejar a la gente de los estadios, contribuyó a convertir el incidente en algo atractivo para los jóvenes de la época y, desde entonces, la película es considerada de culto allí. Todavía más, porque quien interpetraba el papel de capo skinhead en la cinta era Daniel Landa, quien un año más tarde montó la banda de Oi! cerda "Orlik".
Los del Bohemians en un desplazamiento reciente
 Desde mediados de los ´90 se produce una auténtica eclosión de grupos ultras y hooligans por todo el país. Actualmente se pueden cifrar en unos 30 los grupos organizados de Chequia, destacando los del Sparta de Praga, Banik Ostrava, Slavia de Praga, Bohemians de Praga y FC Brno. Por desgracía, sólo los chicos de Bohemians se posicionan politicamente del lado zurdo, dejando al resto posiciones fascistas y/o apolíticas en el mejor de los casos. Los grupos organizados actualmente son:
FC BRNO: Jonhy Kentus Gang, Orthodox Fans, Torcida, Ultras y Division S
SPARTA DE PRAGA: Brigade Drapek, Ultras Sparta, Red Pirates y Frakce Rudo Der
BANIK OSTRAVA: Appel Comando, Barabi y Marienbad Ultras
SLAVIA DE PRAGA: Slavia Hooligans, Brigate 97, Slavia Youngsters, Tlupa Toma Sojera y RWS
SLOVAN LIBEREC: Kategorie S, Ultras Liberec y DBS
SIGMA OLOMUC: Hovada Zubr, Ultras Nove Sady, Zubr Gang Prerov
OPAVA: Bulldog Corps
JABLONEC: Korps Juniors
BOHEMIANS DE PRAGA: Bersek Bohemians y Tornado Boys
MUS MOST: Brux Vandals y Radical Boys
VIKTORIA SISKOV: Ultras Viktoria
VIKTORIA PLZEN: Blue-Red Wolves, Pilsen Boi!s, Radikalove y Pilsen Fans
TEPLICE: Division Nord y North Warriors
CESKE BUDEJOVICE: Brigade Gauners
 La actividad de estos grupos es similar a la del resto de grupos del viejo continente. Los que estan más orientados al modelo italiano se centran más en el aspecto de grada, en la elaboración de buenos tifos, pancartas curradas, en organizar la animación, etc..., pero en la inmensa mayoría de los casos no rechazan el enfrentamiento contra enemigos y/o policía. Los más orientados al modelo inglés (que tuvo una fuerta influencia sobre todo en los ´80 y primeros ´90) no tienen actividad ninguna dentro del estadio que no este relacionada con problemas y/o violencia.
 En lo que respecta a la politización, al igual que en el caso del Estado Español, hacía el lado derecho vino dada por la enorme cantidad de boneheads que seguian a sus equipos, sobre todo en los ´90, aunque también había bandas de pelados antirracistas que seguian a sus equipos por la misma época.
  El hooliganismo checo nunca fue un problema serio para las autoridades del país -ni para la prensa- hasta el año 2003, a pesar de que había causado innumerables problemas para clubs y policía. Fue después de un derby entre el Bohemians y el Sparta de Praga, cuando se comenzó a tratar este tema en círculos políticos y pasó a ser un problema de primer nivel en Chequia. Y eso que aquel 17 de Mayo del 2003 no pasó nada del otro mundo, a excepción de que en el minuto ´77 de partido un grupo de borrachos locales saltaron la valla para agredir al juez de linea, no mucho más importante que otros incidentes anteriores en el fútbol checo bastante más graves.
 Pero aquel día la policía y la federación checa se arrojaron los trastos a la cabeza para depurar responsabilidades y se evidenció una fuerte falta de comunicación entre ambos. El entonces ministro del interior, Ivan Langer, de los social-democrátas tuvo que poner a ambas partes en su sitio y dictaminó una serie de medidas restrictivas contra los hooligans checos como la elaboración de una "ley del deporte" (mucho más suave que la que tenemos aquí, eso si), no sin antes preguntarse que había sucedido con el dinero invertido en materia de prevención las temporadas anteriores.
 Los incidentes ocurrieron en el 2004 parecieron dar la razón al ministro sobre la urgencia en redactar dicha ley. De entre las movidas más destacadas aquel año cabe citar la del Banik Ostrava-Brno, el 27 de Marzo,  donde fueron detenidos 13 ultras, se detectaron 70 entradas falsificadas, dos autobuses fueron arrasados por completo al igual que un area de servicio, unos 50 asientos del estadio fueron destrozados y se calcularon los daños en unas 600.000 coronas. El 15 de Mayo siguiente la historia se repitió en el Opava-Banik Ostrava, considerado derby, con 8 maderos y 9 ultras heridos y daños por valor de 250.000 coronas.
 Las críticas por la actuación policial tras estos partidos (y muchos más), sobre todo por su pasividad, no se hicieron esperar y algunos altos cargos de la policía tuvieron que dimitir. Se estima que, de media, en la temporada 2003/04 cada partido suponía unos 13.000.000 de coronas en seguridad y terminaban con aproximadamente 1.500.000 en daños y perjuicios.

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