domingo, 10 de enero de 2010

No es gol hasta que entra bajo los tres palos

Un aficionado indonesio no pudo soportar más la impotencia en la grada del Estadio Nacional de Yakarta.
Tras ver con frustración que la selección de Indonesia no lograba marcar gol a Omán y que peligraba la clasificación para la fase final de la Copa de Asia, Hendri Mulyadi saltó al terreno de juego, cogió el balón en el centro del campo, y ante el estupor de las 40.000 personas que poblaban la grada, los jugadores y árbitros, corrió hasta el área rival.
Pero, pese a que llegó a disparar a puerta antes de que la seguridad del estadio le detuviese, él tampoco consiguió batir al portero de Omán.
Extraido de Publico

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