El partido se disputó en miércoles, un 29 de Septiembre de 1982. Se acababa de celebrar el mundial de naranjito que venció Italia con un enorme Paolo Rossi, como pichichi del torneo, y algo se comenzaba a mover por las gradas de nuestro Estado, por la influencia de brasileños y argentinos, pero sobre todo, de ingleses e italianos. En Valencia sólo tardarían un año en aparecer aquellos primeros Yomus con sus banderas independentistas del Pais Valenciá. Era el choque de vuelta, y los valencianos lo tenían de cara pues habían logrado sacar un empate sin goles en Old Trafford. Era la época del "Matador" Kempes, pero también lo era de Bobby Robson, capitán de los reds por la época y de la selección inglesa de aquel entonces. Los valencianos estaban con la mosca detrás de la oreja con los ingleses. Dos años antes les tocó "catarlos" en la final de Recopa en Bruselas contra el Arsenal, varios "ches" fueron apuñalados por hooligans londinenses y, desde luego, no guardaban un buen recuerdo de aquel partido, en lo que a ambiente se refiere. Los ingleses fueron ubicados, para sorpresa de todos, en la grada baja de corner donde actualmente se ubica la peña Gol Gran. Antes del descanso marcó el United y los valencianos se ponían a temblar, futbolisticamente hablando.
Los valencianos se rehicieron, Solsana igualó de penalty a mediados de la segunda parte y la locura se desató. Aficionados los valencianos, como son, a la pirotecnia -y teniendo en cuenta que no estaba, ni mucho menos, prohibida en nuestros estadios- comenzaron a lanzar petardos contra los ingleses que, en un primer momento, se avalanzaron hacía las primeras filas de su sector a modo de huida. Aunque sólo por un segundo, la llama prendió y los ingleses respondieron con todo lo que tenían: sillas, botes, piedras...para sorpresa de todos, los aficionados valencianistas reaccionaron de la misma manera y todos quedaron estupefactos ante la contestación del público "normal" valencianista. Hubo momentos del partido en que la peña que había en el estadio, estuvo más pendiente de lo que sucedía en las cercanías de aquella esquina del campo, que en lo que se cocía en el cesped. Eso mismo les debió pasar a los ingleses, porque apenas un par de minutos después Roberto marcaba el 2-1 que daba a los de Valencia la clasificación para la siguiente ronda y Mestalla se volvió loca. Los de marrón, por su parte, ya habían tomado posiciones y se comenzaban a llevar a algunos ingleses que habían formado parte de la refriega. Especialmente complicado para los maderos fue hacerse con un tio grande de cojones, barriga inmensa y pelirrojo. Varios hicieron falta para reducirle, mientras todo el estadio gritaba al unísono "Fill de puta, fill de puta".
Ese mismo sábado, en Informe Semanal, se diseccionó la incipiente violencia en el fútbol a partir de lo sucedido en Mestalla. En los archivos de TVE deben constar las imágenes de los incidentes, pero no están subidas -o no he logrado encontrarlas-, en ningún lugar de internet. Y de fotos, igual, no hay nada por ahí de aquel partido -y de haberlo, nadie se encargó de subirla a la red-, de hecho las fotos que he puesto para decorar un poquito este texto son de la final de copa que el Valencia jugó tres añitos antes por un lado y de la FA Cup del 83 que ganaron los reds, como recoge la instantánea. Como diria un buen colega mio, es lo que hay.
Los valencianos se rehicieron, Solsana igualó de penalty a mediados de la segunda parte y la locura se desató. Aficionados los valencianos, como son, a la pirotecnia -y teniendo en cuenta que no estaba, ni mucho menos, prohibida en nuestros estadios- comenzaron a lanzar petardos contra los ingleses que, en un primer momento, se avalanzaron hacía las primeras filas de su sector a modo de huida. Aunque sólo por un segundo, la llama prendió y los ingleses respondieron con todo lo que tenían: sillas, botes, piedras...para sorpresa de todos, los aficionados valencianistas reaccionaron de la misma manera y todos quedaron estupefactos ante la contestación del público "normal" valencianista. Hubo momentos del partido en que la peña que había en el estadio, estuvo más pendiente de lo que sucedía en las cercanías de aquella esquina del campo, que en lo que se cocía en el cesped. Eso mismo les debió pasar a los ingleses, porque apenas un par de minutos después Roberto marcaba el 2-1 que daba a los de Valencia la clasificación para la siguiente ronda y Mestalla se volvió loca. Los de marrón, por su parte, ya habían tomado posiciones y se comenzaban a llevar a algunos ingleses que habían formado parte de la refriega. Especialmente complicado para los maderos fue hacerse con un tio grande de cojones, barriga inmensa y pelirrojo. Varios hicieron falta para reducirle, mientras todo el estadio gritaba al unísono "Fill de puta, fill de puta".
Ese mismo sábado, en Informe Semanal, se diseccionó la incipiente violencia en el fútbol a partir de lo sucedido en Mestalla. En los archivos de TVE deben constar las imágenes de los incidentes, pero no están subidas -o no he logrado encontrarlas-, en ningún lugar de internet. Y de fotos, igual, no hay nada por ahí de aquel partido -y de haberlo, nadie se encargó de subirla a la red-, de hecho las fotos que he puesto para decorar un poquito este texto son de la final de copa que el Valencia jugó tres añitos antes por un lado y de la FA Cup del 83 que ganaron los reds, como recoge la instantánea. Como diria un buen colega mio, es lo que hay.
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