Este artículo fue seguido por otro en el "Edinburgh´s Evening News". En una investigación publicada en tres partes, el documento daba a los lectores una visión única de la organización siniestra que se escondía tras la CCS. "Los casuals del Hibs siembran una campaña de terror, ejecutando los actos con una precisión de tipo militar", se cita en el documento. "Se jactan de ser capaces de reunir alrededor de 240 miembros que luchan por el orgullo en unas pocas horas. Reclutan miembros en siete zonas de Dalkeith, Penicuik, Leith, Niddrie, Corstorphine, Inch y Tollcross. A medianoche practican ejercicios de entrenamiento, que se ponen en practica en Princess Street. Al sonido de un silbato, miembros de la banda, todos vestidos con prendas idénticas, se lanzan desde las calles laterales. A los pocos minutos tienen que reagruparse.
Los lideres de los casuals opinan que con el ejercicio se mantiene a la "multitud bajo control" antes de una pelea. Los lectores advertirán el sensacionalismo del artículo, aunque luego lo matizan con estas palabras "A pesar de un catálogo de atrocidades cometidas durante los dos últimos años por los casuals del Hibs, en su mayor parte viven una vida normal. La mayoria tienen empleos, se visten elegantemente y estan bien preparados, tienen amigos y disfrutan de comidas familiares o en las discotecas con los amigos. Pero cuando llega el sábado, arrojan su imágen respetable y van buscando problemas. El casual es un aterrador ejemplo en la vida real de que el mito de Jekyll y Mister Hyde se hace realizar cada fin de semana".
Los medios de comunicación también destacaron los presuntos vinculos con la mafia criminal. En el "Evening Times" afirmaron haber visto un informe policial sobre la prostitución, relacionándola directamente con la CCS. Algún tiempo después, el "Daily Record" salió en portada con "El partido diario de los distribuidores de drogas" para continuar en páginas interiores "El delirio del éxtasis, que suele venderse en discotecas, está siendo impulsado en las gradas de fútbol por los macarras". El artículo llegaba a afirmar que los Casuals del hibs a poco que manejaban todo el mercadillo del menudeo de éxtasis en la ciudad. Mencionaron el problema, claro, incluyendo las redadas más grandes que hizo la policía en la época y suponiendo que había una fábrica establecida dentro del país donde se fabricaba la droga, pero no pudieron ofrecer ninguna relación con la CCS que no fuera una pequeña cita en un informe de la policía con casuals del Hibs procesados por otras causas. Resumiendo, que los periódicos hablaban de los thugs del Hibernian como unos profesionales de la delicuencia, la prostitución y el tráfico de drogas sin una sóla prueba sólida con la que argumentar los hechos y, ni mucho menos, sin contrastar dichas difamaciones. Muchos lideres de la CCS ridiculizaron la afirmación de estos periódicos en una entrevista concedida en exclusiva con el semanal "Scotland on sunday". El autor del artículo llegó a la conclusión de que algunos individuos podían estar involucrados con la delicuencia "como personas a título individual, pero nunca podemos hablar de una organización a nivel colectivo". El académico Richard Giulianotti, que pasó un tiempo considerable estudiando al grupo se preguntó en el mismo reportaje si cualquier narcotraficante importante arriesgaria su imperio por involucrarse en peleas callejeras cada fin de semana.
El "Evening Times" también afirmó que el grupo se hizo cargo de la seguridad y de las entradas a los pubs del centro de Edimburgo. "Los casuals han intimidado a los dueños de los pubs para que les permitan trabajar como porteros en sus bares. Si el dueño se niega, su coche suele ser aplastado. Los Casuals a menudo hacen simulacros de pelea en los bares para confeccionar sus ataques a la policía y a veces han llegado a grabarlo en video". Según toda esta teoría los de la CCS se habrían enfrentado en numerosas ocasiones con la peña de Securities Westland, que es la empresa de seguridad que, realmente, curraba en la puerta de los garitos. De hecho, según este periódico, los de la CCS arrasaron con las oficinas de la compañia en Edimburgo, amenazaron a su jefe y atacaron a varios porteros de esta empresa, con el fin de hacerse con el control de la marcha nocturna en la ciudad. Y la pelea si que existió, los casuals del Hibs nunca lo negaron, pero fue por otro motivo un tanto más sencillo: Muchos de ellos tenían la entrada prohibida a los garitos y no les gustaba aquella situación.
El encarcelamiento de Blance y Levine y el ataque de los mass-mierda no frenaron la actividad de la CCS. Una buena mob viajó a Bélgica para el partido de UEFA frente al Anderlecht y tuvieron varios problemas en Bruselas. También tuvieron dos enfrentamientos con el Aberdeen en la 92/93. El primero fue en Aberdeen donde 50 hibs pelearon contra 70 lads del Aberdeen en el centro de la ciudad. En la misma temporada, en el partido de vuelta, 200 tios de la ASC arrasaron con Edimburgo, no siempre se gana, claro esta. La policía, como siempre, tuvieron lo suyo y la siguiente temporada procuraron de escoltar en condiciones a la Aberdeen Soccer Casuals por las calles de la ciudad.
Los viajes a Glasgow fueron siempre animados, y esto no sólo incluía cuando el Hibernian jugaba en Ibrox o en Parkhead. Una de las mayores movilizaciones en la historia del Hibernian fue para la final de la Copa Skol de 1991, con unos 400 lads de la CCS listos para el viaje. Los del Hibs viajaban en tren para los partidos contra equipos más pequeños como el Airdrie o el St. Mirren, lo que conllevó muchos problemas en las estaciones. En un partido contra el St. Mirren, 80 hooligans del Hibernian se pelearon con unos 80 locales. En el camino de vuelta a casa, se detuvieron en Glagow y un huevo de casuals del Celtic fueron en su busca. La policía actuó, esta vez si, a tiempo y rodeó a la CCS por la parte de arriba de una calle sin salida. Pidieron refuerzos a traves de los walkies y un cerro de maderos de todo Glasgow acudió a la llamada, fueron conducidos a la comisaria de policía y 55 de ellos fueron acusados de romper la paz pública, aunque posteriormente los cargos fueron retirados.
Durante los años noventa, la escena casual se fue muriendo, poco a poco, en Edimburgo. Algunos abrazaron las fiestas rave, pero más disuadidos por las actuaciones policiales que por convicción propia. Muchos miembros de la CCS también se vieron desanimados porque cada vez iban menos a los viajes y se veían muchas menos peleas. Esto pasaba también en otros equipos como el Aberdeen. Un académico inglés sugirió la idea de que la principal razón en la disminución del vandalismo en los gamberros del Hibs fue el cambio de actitud del resto de los aficionados del equipo. En otras palabras, ser un puto hooligan borracho e informal estaba ya pasado de moda.
Continuará...
1 comentario:
texto mto fixe dos lads do hibernian.
continuem!
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