Después del partido en el que el equipo de Núñez empató a 2 frente al Gimnasia tras ir venciendo por dos goles, los simpatizantes "millonarios" expresaron su malestar en uno de los salones del club
Alrededor de un centenar de hinchas de River expresó anoche su malestar por el pobre presente del equipo y tras el empate como local frente a Gimnasia y Esgrima La Plata insultó al entrenador, Néstor Gorosito, a los jugadores y también a los dirigentes.
Los enardecidos simpatizantes se juntaron en el hall del estadio Monumental y allí descargaron su artillería de reprobaciones, sobre todo hacia el entrenador y el presidente de la entidad, José María Aguilar.
Uno de los pocos que se salvó fue el juvenil Daniel "Keko" Villalva, autor del primer gol "millonario" y jugador sustituido por Cristian Fabbiani, a los 31 minutos del complemento cuando el equipo de Nuñez ganaba 2-1.
Al igual que en los últimos tiempos, los hinchas de River protagonizaron estos hechos, después del empate 2-2 frente al equipo platense, tras ir ganando 2-0. Los insultos y los silbidos se iniciaron cuando finalizó el encuentro y se prolongaron hasta el hall del estadio, donde esperaron la salida de los jugadores y del técnico para expresar su malestar.
Publicado en InfoBAE, 27/9/2009

Alrededor de un centenar de hinchas de River expresó anoche su malestar por el pobre presente del equipo y tras el empate como local frente a Gimnasia y Esgrima La Plata insultó al entrenador, Néstor Gorosito, a los jugadores y también a los dirigentes.
Los enardecidos simpatizantes se juntaron en el hall del estadio Monumental y allí descargaron su artillería de reprobaciones, sobre todo hacia el entrenador y el presidente de la entidad, José María Aguilar.
Uno de los pocos que se salvó fue el juvenil Daniel "Keko" Villalva, autor del primer gol "millonario" y jugador sustituido por Cristian Fabbiani, a los 31 minutos del complemento cuando el equipo de Nuñez ganaba 2-1.
Al igual que en los últimos tiempos, los hinchas de River protagonizaron estos hechos, después del empate 2-2 frente al equipo platense, tras ir ganando 2-0. Los insultos y los silbidos se iniciaron cuando finalizó el encuentro y se prolongaron hasta el hall del estadio, donde esperaron la salida de los jugadores y del técnico para expresar su malestar.
Publicado en InfoBAE, 27/9/2009

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