El aumento en la cantidad y en la calidad de los incidentes protagonizados por los hooligans del FC Twente está comenzando a ser un problema de primer órden para el ayuntamiento local.
Los buenos resultados del equipo en la liga nacional holandesa unidos al buen resultado que esta obteniendo en los últimos años el FC Twente en Europa ha creado un efecto notorio en el aumento de los incidentes provocados por sus seguidores. El club y el ayuntamiento hablan de poner medidas para evitar en un futuro estos altercados.
Los problemas que crearon en París y posteriormente en la propia ciudad contra los ultras del Olympique de Marsella en la plaza del Mercado Viejo son imágenes que los mandatarios locales quieren que no se vuelvan a producir.
De igual modo, se quieren evitar sucesos como los del partido de Copa en Rotterdam entre el Twente y el Heerenveen, donde la salida de los trenes y de los autobuses para transportar a los aficionados resultaron ser un caos, ya que no estaban bien organizados. Este hecho, unido a que los seguidores protagonizaron daños en los medios de transporte por valor de 90.000 Euros, produjeron que aquel partido de Copa resultase todo un infierno para el alcalde de la ciudad. No se detuvo a nadie, porque la policía no tenía nada claro quienes fueron los causantes de los daños, aunque si se constató que un gran número de seguidores desplazados se encontraban bajo los efectos del alcohol y las drogas.
El club y el ayuntamiento van a poner en práctica una serie de medidas como la creación de un "Plan de Juventud" con el fin de re-educar a los aficionados más jóvenes de su equipo en la no violencia y animarle a comportarse de manera más constructiva o medidas de carácter más represivo como la prohibición de viajar para los hooligans más conflictivos o sanciones económicas para todo aquel aficionado que se tape la cara con una bufanda o bandera.
Los buenos resultados del equipo en la liga nacional holandesa unidos al buen resultado que esta obteniendo en los últimos años el FC Twente en Europa ha creado un efecto notorio en el aumento de los incidentes provocados por sus seguidores. El club y el ayuntamiento hablan de poner medidas para evitar en un futuro estos altercados.
Los problemas que crearon en París y posteriormente en la propia ciudad contra los ultras del Olympique de Marsella en la plaza del Mercado Viejo son imágenes que los mandatarios locales quieren que no se vuelvan a producir.
De igual modo, se quieren evitar sucesos como los del partido de Copa en Rotterdam entre el Twente y el Heerenveen, donde la salida de los trenes y de los autobuses para transportar a los aficionados resultaron ser un caos, ya que no estaban bien organizados. Este hecho, unido a que los seguidores protagonizaron daños en los medios de transporte por valor de 90.000 Euros, produjeron que aquel partido de Copa resultase todo un infierno para el alcalde de la ciudad. No se detuvo a nadie, porque la policía no tenía nada claro quienes fueron los causantes de los daños, aunque si se constató que un gran número de seguidores desplazados se encontraban bajo los efectos del alcohol y las drogas.
El club y el ayuntamiento van a poner en práctica una serie de medidas como la creación de un "Plan de Juventud" con el fin de re-educar a los aficionados más jóvenes de su equipo en la no violencia y animarle a comportarse de manera más constructiva o medidas de carácter más represivo como la prohibición de viajar para los hooligans más conflictivos o sanciones económicas para todo aquel aficionado que se tape la cara con una bufanda o bandera.
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