Un partido amistoso de fútbol entre el club uruguayo Peñarol y el argentino Newell's Old Boys terminó en pelea entre los jugadores y después se trasladó a los hinchas, que se enfrentaron entre sí y con la policía.
El encuentro, que se disputaba en la ciudad de Maldonado, a unos 140 kilómetros al este de Montevideo, trascurría normalmente hasta que a los 38 minutos el jugador del Peñarol Julio Mozzo le propinó un puñetazo en la cara a su rival Diego Mateo después de un forcejeo en la mitad del campo.
A partir de ese momento, y durante un par de minutos, los jugadores de ambos equipos se liaron a hostias en el cesped sin que la policía interviniera para sofocar la gresca.
Finalmente, los jugadores del equipo visitante se retiraron y el árbitro dio por terminado el partido.
Peñarol ganaba el partido 1-0 con un gol de Braian Rodríguez, que había marcado unos minutos antes de los incidentes.
Las radios Universal y El Espectador dijeron que en las afueras del estadio hubo también enfrentamientos violentos entre hinchas de ambos equipos y con la policía, que finalmente fueron controlados.
"Me nublé. Les pedí disculpas a mis compañeros en el vestuario. Estoy arrepentido. Me equivoqué", indicó Mozzo minutos después de los incidentes, según declaraciones al portal en internet de la radio El Espectador.
El técnico del Newell's, Roberto Sensini, comentó a medios de prensa que fue algo "lamentable" que "por suerte no terminó en mayores".
"Era un partido importante, más allá de que era un amistoso. Las ganas de ganar estaban de los dos lados y por eso se generó todo esto", indicó Sensini.
Por su parte, el técnico del Peñarol Julio Ribas expresó que "a nadie de los que está acá nos gusta lo que pasó".
Ribas tenía previsto pasar más días concentrado con su plantel en Maldonado haciendo trabajos de preparación, pero después del partido trunco resolvió que todos regresaran a Montevideo.
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