La noticia saltaba justo hoy hace cuatro años en los periódicos y televisiones de medio mundo:
Comienza a gestarse un poderoso equipo de fútbol engendrado a golpe de talonario. El consorcio austríaco de bebidas energéticas Red Bull ha decidido entrar en el negocio del fútbol al comprar el equipo SV Salzburgo, un club de primera división austríaca, que contratará al mítico Franz Beckenbauer como asesor especial.
Hasta el año pasado, Red Bull patrocinaba, sobre todo, deportes de alto riesgo, de invierno (esquí y hockey sobre hielo) y los saltos de trampolín. En esta temporada se ha embarcado en la Fórmula 1.
«Pocas veces hemos deliberado tanto tiempo sobre una decisión como la de entrar en la escena del fútbol austríaco e internacional», escribe el fundador y propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz.
Mateschitz, uno de los hombres más ricos de Austria con una fortuna de 2.000 millones de euros, según la lista Forbes, ha seguido la estela de otros magnates, como Abramovich en el Chelsea.
Con la compra del SV Salzburgo, equipo que en 1994 llegó a la final de la Copa de la UEFA, Red Bull espera ampliar su radio de acción en el patrocinio deportivo, señala Mateschitz en un comunicado público difundido ayer por la compañía. El empresario añade que la entrada de Red Bull en el fútbol coincide con la celebración del Mundial de 2006 en la vecina Alemania y con la Eurocopa que se jugará en Suiza y Austria en 2008. En el estadio del SV Salzburgo también se jugarán encuentros del campeonato europeo.
Además del apoyo financiero, el equipo contará con los consejos profesionales de uno de los mejores jugadores europeos de toda la historia: Beckenbauer. «Cuando el fútbol obtiene la posibilidad de que una empresa como Red Bull colabore con el fútbol, entonces mi respuesta a esa oferta estaba clara. Quiero acompañar este proyecto como amigo», señaló el ex internacional germano, presidente del comité organizador del Mundial 2006 y candidato a presidir la UEFA, informa Efe.
El club de la ciudad natal de Mozart, penúltimo en la liga austríaca, tiene serios problemas económicos, con una deuda estimada de 7 millones de euros, pero espera ahora sanearse y convertirse en uno de los equipos más prósperos de Austria.
Mateschitz, no quiso desvelar la cantidad de dinero a invertir en en club, pero advierte que sus objetivos son «muy ambiciosos».«Nosotros queremos colocar al Salzburgo de forma permanente en las competiciones internacionales», adivirtió.
En las próximas semanas, el propietario de Red Bull quiere presentar su concepto de trabajo para el SV Salzburgo.
La historia fue tal que el club histórico fundado en 1933 desaparecía oficialmente de la historia, a golpe de talonario este ricachón se hacía con todo el club, le cambia el nombre, el color de la camiseta, el nombre al estadio, renuncia a los simbolos, pero se queda con su palmarés y con su infraestructura. No había otra que refundar al histórico Austria de Salzburgo en octubre del 2005 desde divisiones inferiores y conservando la casí totalidad de la hinchada local que siguió fiel a los colores violetas, a la historia del club y a los "mandamientos" que todo aficionado a un equipo debería tener, esto es, máxima fidelidad al equipo y a todo lo que significa. Así que se me ha ocurrido acordarme cuatro años después del Sr. empresario don todopoderoso dueño de Red Bull y recordarle algunas de las pancartas-mensaje más guapas en su contra de las que se han confeccionado en todo este tiempo y que decoran este bonito post.
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