“La violencia futbolera alcanzó niveles sin precedentes durante las temporadas de 1970-71 y 1971-72, y entonces fue que el circulo se cerró y llegó la segunda oleada de Boot Boys.
Mientras que los Smoothies tendía a adoptar la estética de los Skinheads y los Suedeheads, los Boot Boys adoptaron una faceta más tribunera. Los Suedes y Smooths también eran movidas prácticamente del sur de Inglaterra. Los Boot Boys, por el contrario podían ser encontrados a lo largo y a lo ancho de las islas británicas, y para muchos era una evolución natural del Skinhead.
La música y la moda ocupaban un rol secundario en la vida del Boot Boy, ya que lo más importante eran las peleas y las batallas por el territorio, fuese este un pueblecito, una ciudad, un club de fútbol, o un bar. El soul y el reggae aún eran populares en algunos círculos, pero otros seguían en los ránkings o lo que hubiera en su zona. La movida consistía, más que nada, en la vida pandillera.
Las bandas de Boot Boys solían ser llamadas Mobs, en las cuales los miembros más jóvenes giraban en torno del núcleo conformado por los miembros más viejos. El grupo de miembros jóvenes era llamado ‘Star’. La Star era como un semillero de hooligans. Incluso había Boot Girls que formaban Mobs, y a menudo lograban un cierto renombre.
La mayoría de los Boot Boys habían sido Skinheads, aunque muchos habían salteado las fases Suedeheads y Smooths. Muchos rondaban los 20 años, y se consideraban un escalón más que los Skinheads. Más grandes y más astutos. En realidad, cualquier firm de Skinheads que hubiera sobrevivido hasta los 70’s era despreciada por los Boot Boys como algo pasado de moda. Se decía que los Skinheads, cuando querían llegar a una ciudad cercana, a menudo se perdían y no sabían a que vagón subirse, mientras que los Boot Boys organizaban una caravana de furgonetas y coches para llegar y volver.
El fútbol era lo supremo en la semana de cada Boot Boy. Las camisetas de carnicero, de color blanco, con el nombre del equipo pintado en la espalda, y salpicadas de sangre para realzar el efecto, eran el culmen del estilo tribunero de la época. Cuenta la leyenda que fue el Chelsea’s Sed el que empezó la moda, que pronto se convirtió en un estilo muy popular para todos los locos en los estadios de Inglaterra. También estaban los pequeños ejércitos de drugos que aparecían con trajes blancos, como los de la Naranja Mecánica, en busca de un poco de ultra-violencia.
El Skinhead devenido en periodista Chris Lightbown, que aún escribe para el Sunday Timer, elaboró una guía de estadios de fútbol en 1972. Los nombres más importantes en el mundo de la violencia futbolística eran Manchester United, Manchester City, West Ham, Spurs y Stoke City. Ipswich era famoso por la cantidad de mujeres que iban a verlos jugar. Ese año se usaron muy pocas armas, pese a que había habido varios problemas con armas en las temporadas anteriores. Más aún, aunque pocos equipos del norte tenían Skinheads en sus hinchadas, no había un auténtico uniforme de Hooligan en ese momento. Chris sostenía que la descendente asistencia al estadio tenía más que ver con el nivel de juego que el Hooliganismo y que los hinchas comunes y corrientes podían asistir a la mayoría de los partidos sin meterse en líos. Chris también aclara que los clubes no se preocupaban demasiado por los hinchas y hoy, más de 20 años después de la situación en vez de mejorar, empeora.
Los medios dieron gran publicidad y un montón de partidos terminaban en pelea, particularmente si el Red Army del Manchester United estaba involucrado. Las cámaras de TV siempre estaban listas y todo el mundo estaba dispuesto a hacer su gracia delante de ellas. Las noticias de los sábados por la noche siempre estaban repletas de fanáticos subiéndose a los techos para bombardear a la policía con misiles.
Básicamente se trataba de viejas rivalidades, y el hincha común y corriente, si quería estar seguro, solamente tenía que hacer la suya y no meterse en la pelea. Incluso los trenes especiales reservados para las hinchadas no eran destruidos tan a menudo como en las temporadas anteriores, para alivio de la British Rail, pese a que una vez un tren fue secuestrado por los hinchas.
Aparte de las botas y el gusto por la pelea, los Boot Boys tribuneros tenían muy poco en común con los Skinheads que reinaron en las temporadas anteriores.”
Mientras que los Smoothies tendía a adoptar la estética de los Skinheads y los Suedeheads, los Boot Boys adoptaron una faceta más tribunera. Los Suedes y Smooths también eran movidas prácticamente del sur de Inglaterra. Los Boot Boys, por el contrario podían ser encontrados a lo largo y a lo ancho de las islas británicas, y para muchos era una evolución natural del Skinhead.
La música y la moda ocupaban un rol secundario en la vida del Boot Boy, ya que lo más importante eran las peleas y las batallas por el territorio, fuese este un pueblecito, una ciudad, un club de fútbol, o un bar. El soul y el reggae aún eran populares en algunos círculos, pero otros seguían en los ránkings o lo que hubiera en su zona. La movida consistía, más que nada, en la vida pandillera.
Las bandas de Boot Boys solían ser llamadas Mobs, en las cuales los miembros más jóvenes giraban en torno del núcleo conformado por los miembros más viejos. El grupo de miembros jóvenes era llamado ‘Star’. La Star era como un semillero de hooligans. Incluso había Boot Girls que formaban Mobs, y a menudo lograban un cierto renombre.
La mayoría de los Boot Boys habían sido Skinheads, aunque muchos habían salteado las fases Suedeheads y Smooths. Muchos rondaban los 20 años, y se consideraban un escalón más que los Skinheads. Más grandes y más astutos. En realidad, cualquier firm de Skinheads que hubiera sobrevivido hasta los 70’s era despreciada por los Boot Boys como algo pasado de moda. Se decía que los Skinheads, cuando querían llegar a una ciudad cercana, a menudo se perdían y no sabían a que vagón subirse, mientras que los Boot Boys organizaban una caravana de furgonetas y coches para llegar y volver.
El fútbol era lo supremo en la semana de cada Boot Boy. Las camisetas de carnicero, de color blanco, con el nombre del equipo pintado en la espalda, y salpicadas de sangre para realzar el efecto, eran el culmen del estilo tribunero de la época. Cuenta la leyenda que fue el Chelsea’s Sed el que empezó la moda, que pronto se convirtió en un estilo muy popular para todos los locos en los estadios de Inglaterra. También estaban los pequeños ejércitos de drugos que aparecían con trajes blancos, como los de la Naranja Mecánica, en busca de un poco de ultra-violencia.
El Skinhead devenido en periodista Chris Lightbown, que aún escribe para el Sunday Timer, elaboró una guía de estadios de fútbol en 1972. Los nombres más importantes en el mundo de la violencia futbolística eran Manchester United, Manchester City, West Ham, Spurs y Stoke City. Ipswich era famoso por la cantidad de mujeres que iban a verlos jugar. Ese año se usaron muy pocas armas, pese a que había habido varios problemas con armas en las temporadas anteriores. Más aún, aunque pocos equipos del norte tenían Skinheads en sus hinchadas, no había un auténtico uniforme de Hooligan en ese momento. Chris sostenía que la descendente asistencia al estadio tenía más que ver con el nivel de juego que el Hooliganismo y que los hinchas comunes y corrientes podían asistir a la mayoría de los partidos sin meterse en líos. Chris también aclara que los clubes no se preocupaban demasiado por los hinchas y hoy, más de 20 años después de la situación en vez de mejorar, empeora.
Los medios dieron gran publicidad y un montón de partidos terminaban en pelea, particularmente si el Red Army del Manchester United estaba involucrado. Las cámaras de TV siempre estaban listas y todo el mundo estaba dispuesto a hacer su gracia delante de ellas. Las noticias de los sábados por la noche siempre estaban repletas de fanáticos subiéndose a los techos para bombardear a la policía con misiles.
Básicamente se trataba de viejas rivalidades, y el hincha común y corriente, si quería estar seguro, solamente tenía que hacer la suya y no meterse en la pelea. Incluso los trenes especiales reservados para las hinchadas no eran destruidos tan a menudo como en las temporadas anteriores, para alivio de la British Rail, pese a que una vez un tren fue secuestrado por los hinchas.
Aparte de las botas y el gusto por la pelea, los Boot Boys tribuneros tenían muy poco en común con los Skinheads que reinaron en las temporadas anteriores.”
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