viernes, 13 de febrero de 2009

Tennis Borussia Berlin, la pasión no sabe de categorias


Con el cantico "Dios salve al TeBe", que se ha convertido en todo un hit en las gradas de nuestro estadio, los aficionados muestran su inquebrantable amor por el TeBe. Cuando no hace mucho, negros presagios se cernían sobre nustro club y parecía que sólo un milagro podría salvarnos, este cantico se hizo algo más que una oración por la salvación de nuestro TeBe.
Cien años atrás, cuando se fundó el TeBe cerca del Hackscher Markt por unos entusiastas del deporte, los canticos eran sin duda muy diferentes a los de hoy en día. Sin embargo, las emociones y las actitudes de los seguidores de este equipo, no eran muy diferentes de las de los seguidores de hoy, fue a traves de ese entusiasmo a lo largo de los años lo que ha convertido al TeBe en lo que es hoy día.
En el siglo pasado hubo numerosos y legendarios partidos contra el Hertha BSC para ver quien mantenía la supremacia en Berlín. Muchos nombres famosos pasaron por sus y nustras filas en aquella época: Hanne Sobeck por el Hertha y Henne Berndt, Fritz Wilde, Sepp Herberger por los nuestros, por nombrar sólo algunos. Hertha siempre era favorita a priori, pero TeBe siempre le plantó cara, sobre todo en nuestra "época dorada" en la decada de los ´50, donde quien mandaba dentro y fuera del terreno de juego era nuestro conjunto. Sin embargo, cuando se formó la Bundesliga el TeBe estaba demasiado debilitado en todos los aspectos y fue lo que permitió al Hertha convertirse en el "primer equipo" de nuestra ciudad, desde entonces nunca hemos conseguido romper esa "supremacia".
Es así, como los aficionados del TeBe de cualquier época tenemos siempre algo en común: el espíritu de lucha y el compañerismo tras los golpes recibidos. Siempre plantamos cara allá donde jugamos, aunque rara vez obtuvimos algún éxito más allá del momentáneo tras alguna victoria del equipo. También es cierto que en los últimos tiempos logramos ascender hasta en dos ocasiones a la Bundesliga, aunque no es menos cierto que ambos ascensos vinieron seguidos de rotundos y seguidos descensos de categoría al año siguiente. Muchas fueron las lágrimas derramadas en ambos.
Pero a pesar de todas estas decepciones somos muchos los que nunca abandonamos al equipo. Incluso después de la debacle de finales de los ´90, cuando debido a las deudas y a los impagos nos vimos en la obligación de disputar, por primera vez en nuestra historia, la cuarta división alemana. Esto es particularmente importante en Berlin, esta ciudad tan orientada al éxito.
Entonces, ¿Qué es lo que hace que la afición mantenga este espíritu infatigable? ¿Porque la masa social del equipo no hace nada más que crecer? ¿Porque viene gente a ver al equipo en cuarta división desde sitios tan lejanos como Bremen o Hamburgo, teniendo muchos equipos locales y cercanos en categorías superiores? ¿Qué hace tan especial al Tenis Borussia de Berlin?
Las razones de este nivel de fidelidad son tan variados y diversos como el propio quipo. Sin embargo, todos podríamos ponernos de acuerdo un punto en común: la mala situación societaria y monetaria de finales de los ´90 que casí nos hace ver nuestra desaparición hizo unirse como nunca a una afición tan veterana como la nuestra. Desde los años 70 no se veía tanto fervor por el equipo, cuando nos codeábamos con los grandes de tu a tu y jugaban en nuestro equipo idolos como Benny Wendt. De aquella época, y todavía resistiendo, data el Fan-Club de "Veteranen", cuyo lema "Wärme Insbrunst Seele-Alma, Calor, fervor" resume como nadie la esencia del TeBe.
Las recientes crísis han unido, como digo, a la afición del equipo y la brecha generacional entre mayores y jóvenes ha desaparecido. Ahora los fanáticos de todas las generaciones se sientan juntos después de los partidos al calor de una cerveza para escuchar las viejas historias y hablar sobre los últimos partidos.
Después de una decada de los ´80 sin pena ni gloria, los grupos de animación al equipo comenzaron a recuperarse en los años ´90 en circunstancias muy adversas. Los grupos se organizaron contra el dueño de entonces, Göttinger, uno de los principales responsables de nuestros problemas y una empresa cuyo interés por el club era poco más que inexistente. Hoy día, existe un continuo intercambio de ideas y experiencias entre los dirigentes y los aficionados, de hecho, estos últimos tenemos un papel activo en la gestión del club, por ejemplo organizando todos los partidos donde jugamos en casa. Eso pasa por los cárteles del partido, la publicidad del evento...o cosas que a algunos les parecen más tibias y sin sentido, pero a que nosotros nos enorgullece como seleccionar los temas musicales que se oiran por megafonía antes, después y en el descanso del partido. En el Mommsenstadion podemos decir con orgullo que nunca escuchamos en nuestro estadio a esas rutilantes estrellas del pop comercial.
También forma parte del espítiu del TeBe la oposición activa al racismo en las gradas y en la sociedad y la lucha contra el antisemitismo. En ese ámbito, los aficionados volvemos de nuevo a ser apoyados por los dirigentes de nuestro equipo. Por ejemplo, en 2001, los aficionados propusimos que en los estatutos del club figurase como uno de los principios áctivos la lucha contra la discrimación en nuestro equipo y se añadió a los mismos sin una sóla voz disidente.
Y si los radicales de derecha siguen activos en algunas zonas de Berli, el TeBe y sus aficionados podemos estar orgullosos de formar parte activa contra ellos. No sólo eso, el equipo también es muy activo en el desarrollo de los jóvenes (muy reconocido en el resto de la ciudad), donde se pone gran enfasis en el fomento de la tolerancia y en el ámbito antirracista. No es de extrañar que muchos niños y jóvenes de todas las nacionalidades, culturas y religiones se sientan atraidos por nuestro equipo. El día de mañana ellos jugarán en el equipo o lo seguirán desde la grada y lucho podrán escuchar entusiasmados nuestro grito de guerra: "Dios salve al TeBe".

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