Un texto que encontre sobre un libro escrito por un italiano y que trata sobre el Athletic y sus peculiaridades. La traducción es mia.
De frente a todas las degeneraciones a las que nos tiene acostumbrado el fútbol (ley Bosman, hipertrofia televisiva, ingentes sumas de dinero, doping administrativo) a los aficionados a la pelota nos quedan dos soluciones: eliminar cualquier nexo de unión con el fútbol o encontrar un refugio. A quien opta por la segunda, una sugerencia: Conozca al Athletic Club de Bilbao
Enfundarse la rojiblanca del conjunto vasco, para encontrarse con una idea de como era el fútbol a comienzos del siglo XX: sin foráneos en el campo, ningún presidente-dictador, ninguna obsesión televisiva, total fidelidad a una camiseta que, hasta hace bien poco, nunca fue manchada por ningún logo publicitario.
¿Ciencia-ficción o, por el contrario, pasado remoto? No, una realidad pesente y visible. Sólo hay que viajar a la primera división española, donde comandan los multimillonarios y multinacionales Barcelona y Real Madrid.
Athletic:l`ultimo baluardo es una defensa del romanticismo y la pureza de los amantes del fútbol en la era Bosman. Un libro que narra la historia pero que, sobre todo, intenta explicar la filosofía que guia al más singular equipo de fútbol de todos los tiempos.
El libro ha sido escrito por Simon Bertelegni y es la historia anacronista y extrema del Athletic Club, el club sin publicidad (N. de R. El texto tiene tres años) que sólo reconoce a los hijos de Euskal-Herria y que siempre se ha identificado con las batallas politicas en favor del independentismo vasco.
Agarrarse al recuerdo, soñar con la utopia, olvidar el presente. Llaménle, si quieren, emociones.
Este es el espiritú que impregna el libro de Simone Bertelegni, con la excusa de la pasión por el Athletic Club nos muestra como la utopía no es un sueño, que otro fútbol es, de verdad, posible. Del Athletic de Bilbao se ha escrito mucho y mucho se seguirá escribiendo, tanto en España como en otros lados, apasionados por la herejia, por el extremismo ideológico, por la irreductible filosofía que supone este anacronismo que, justo es, hay que colocar en la punta de lanza de las grandes utopías de la edad contemporánea, donde la utopia se encuentra en pequeños conclaves de la imaginación dentro del territorio vasto y poco hospitalario de la realidad.
La historia es esta: El segundo club más antiguo de España después del Recreativo de Huelva (aunque Bertelegni recuerda justamente que el equipo andaluz fue fundado en realidad por británicos) y también el único en el mundo, dentro del fútbol profesional, que no ha tenido un sponsor en la camiseta (N. de R. Recordar el año en que fue escrito el texto) y que no ha tenido, salvo en los primeros años, jugadores extranjeros, y que siempre se ha nutrido de jugadores del territorio donde se habla el euskera. Con todas estas limitaciones, el Athletic nunca ha podido competir con el mismo nivel que los grandes Real Madrid o Barcelona, cuya filosofia se basa puramente en la mercantil y que nada tiene que ver con la autarquia del club de San Mamés. Es inevitable enamorarse de una cosa así,y Bertelegni se ha enamorado hasta tal punto que no sólo ha escrito este libro, sino que junto a otro variopinto grupo de correligionarios, ha punto la primera y única peña italiana de seguidores del Athletic, que organiza encuentros, viajes y peregrinaciones para rendir homenaje continuo a este totem universal del fútbol alternativo.
El libro podría ser un resumen de esta pasión, una narración que sigue un órden cronológico y que abarca desde aspectos más convencionales hasta las anécdotas más curiosas. Así descubrimos, por ejemplo, que el Athletic de los comienzos también contaba con jugadores no vascos y que la futura autarquia no fue más que un hecho casual que con el tiempo se convirtió en una seña de identidad. Baste decir que el famoso Pichichi, del cual se desprende el nombre del máximo goleador de la liga, era nada menos que biznieto de Miguel de Unanumo, uno de los más grandes intelectuales españoles de finales del siglo XIX.
En general, Bertelegni se divierte y descubre mitos, con una buena erudición. ¿Sabias que la primera camiseta del Athletic era blanca y azul? ¿Y que de una costilla del Athletic Club de Bilbao nació el Atlético de Madrid?
También habla sobre la ley interna del club que habla sobre el reclutamiento de los jugadores: vascos de nacimiento o de formación futbolística. Ningún apartheid, y ningún prejuicio antivasco: sólo el legítimo orgullo de ver jugar sobre el cesped a chavales que son vecinos de casa y hijos del tendero del barrio.
Otro capítulo entero del libro nos habla sobre la relación del Athletic Club de Bilbao con el nacionalismo vasco, aunque el autor llega a afirmar que el "Athletic club no es una expresión del nacionalismo vasco" luego teje una buena red de información que podría desmentir, perfectamente, esa frase.
Simone Bertelegni es hispanista, periodista free-lance y amante del deporte limpio: también por esto es seguidor del Athletic de Bilbao, y también por ello ha contribuido a fundar el único club italiano del equipo, el cual preside desde el 2000.
Nicola Nucci es periodista de la Agencia Tuttocalcio, ferviente seguidor de la historia y del fútbol extranjero, simpatizante del Athletic de Bilbao. Para este libro trabajó todos los anexos estadísticos.
De frente a todas las degeneraciones a las que nos tiene acostumbrado el fútbol (ley Bosman, hipertrofia televisiva, ingentes sumas de dinero, doping administrativo) a los aficionados a la pelota nos quedan dos soluciones: eliminar cualquier nexo de unión con el fútbol o encontrar un refugio. A quien opta por la segunda, una sugerencia: Conozca al Athletic Club de Bilbao
Enfundarse la rojiblanca del conjunto vasco, para encontrarse con una idea de como era el fútbol a comienzos del siglo XX: sin foráneos en el campo, ningún presidente-dictador, ninguna obsesión televisiva, total fidelidad a una camiseta que, hasta hace bien poco, nunca fue manchada por ningún logo publicitario.
¿Ciencia-ficción o, por el contrario, pasado remoto? No, una realidad pesente y visible. Sólo hay que viajar a la primera división española, donde comandan los multimillonarios y multinacionales Barcelona y Real Madrid.
Athletic:l`ultimo baluardo es una defensa del romanticismo y la pureza de los amantes del fútbol en la era Bosman. Un libro que narra la historia pero que, sobre todo, intenta explicar la filosofía que guia al más singular equipo de fútbol de todos los tiempos.
El libro ha sido escrito por Simon Bertelegni y es la historia anacronista y extrema del Athletic Club, el club sin publicidad (N. de R. El texto tiene tres años) que sólo reconoce a los hijos de Euskal-Herria y que siempre se ha identificado con las batallas politicas en favor del independentismo vasco.
Agarrarse al recuerdo, soñar con la utopia, olvidar el presente. Llaménle, si quieren, emociones.
Este es el espiritú que impregna el libro de Simone Bertelegni, con la excusa de la pasión por el Athletic Club nos muestra como la utopía no es un sueño, que otro fútbol es, de verdad, posible. Del Athletic de Bilbao se ha escrito mucho y mucho se seguirá escribiendo, tanto en España como en otros lados, apasionados por la herejia, por el extremismo ideológico, por la irreductible filosofía que supone este anacronismo que, justo es, hay que colocar en la punta de lanza de las grandes utopías de la edad contemporánea, donde la utopia se encuentra en pequeños conclaves de la imaginación dentro del territorio vasto y poco hospitalario de la realidad.
La historia es esta: El segundo club más antiguo de España después del Recreativo de Huelva (aunque Bertelegni recuerda justamente que el equipo andaluz fue fundado en realidad por británicos) y también el único en el mundo, dentro del fútbol profesional, que no ha tenido un sponsor en la camiseta (N. de R. Recordar el año en que fue escrito el texto) y que no ha tenido, salvo en los primeros años, jugadores extranjeros, y que siempre se ha nutrido de jugadores del territorio donde se habla el euskera. Con todas estas limitaciones, el Athletic nunca ha podido competir con el mismo nivel que los grandes Real Madrid o Barcelona, cuya filosofia se basa puramente en la mercantil y que nada tiene que ver con la autarquia del club de San Mamés. Es inevitable enamorarse de una cosa así,y Bertelegni se ha enamorado hasta tal punto que no sólo ha escrito este libro, sino que junto a otro variopinto grupo de correligionarios, ha punto la primera y única peña italiana de seguidores del Athletic, que organiza encuentros, viajes y peregrinaciones para rendir homenaje continuo a este totem universal del fútbol alternativo.
El libro podría ser un resumen de esta pasión, una narración que sigue un órden cronológico y que abarca desde aspectos más convencionales hasta las anécdotas más curiosas. Así descubrimos, por ejemplo, que el Athletic de los comienzos también contaba con jugadores no vascos y que la futura autarquia no fue más que un hecho casual que con el tiempo se convirtió en una seña de identidad. Baste decir que el famoso Pichichi, del cual se desprende el nombre del máximo goleador de la liga, era nada menos que biznieto de Miguel de Unanumo, uno de los más grandes intelectuales españoles de finales del siglo XIX.
En general, Bertelegni se divierte y descubre mitos, con una buena erudición. ¿Sabias que la primera camiseta del Athletic era blanca y azul? ¿Y que de una costilla del Athletic Club de Bilbao nació el Atlético de Madrid?
También habla sobre la ley interna del club que habla sobre el reclutamiento de los jugadores: vascos de nacimiento o de formación futbolística. Ningún apartheid, y ningún prejuicio antivasco: sólo el legítimo orgullo de ver jugar sobre el cesped a chavales que son vecinos de casa y hijos del tendero del barrio.
Otro capítulo entero del libro nos habla sobre la relación del Athletic Club de Bilbao con el nacionalismo vasco, aunque el autor llega a afirmar que el "Athletic club no es una expresión del nacionalismo vasco" luego teje una buena red de información que podría desmentir, perfectamente, esa frase.
Simone Bertelegni es hispanista, periodista free-lance y amante del deporte limpio: también por esto es seguidor del Athletic de Bilbao, y también por ello ha contribuido a fundar el único club italiano del equipo, el cual preside desde el 2000.
Nicola Nucci es periodista de la Agencia Tuttocalcio, ferviente seguidor de la historia y del fútbol extranjero, simpatizante del Athletic de Bilbao. Para este libro trabajó todos los anexos estadísticos.
2 comentarios:
Hay muchas dudas sobre el origen y posterior evolución de determinados clubs. El gimnastic se fundó en 1886, pero no comenzó a jugar al fútbol hasta 1914 ya que era un conglomerado de practicantes de varios deportes y el fútbol no se usó hasta esa fecha. Otros clubs como el Palamós fechan su fundación basándose en la existencia de equipos anteriores en la localidad, etc...Incluso el Recreativo de Huelva puede ser que desapareciera en 1931 debido a unos impagos y posteriormente reapareciera bajo el mismo nombre y preservando la fecha de fundación. En fin, no nos ponemos de acuerdo ni en la fundación de nuestros respectivos clubs. El que piense que el Athletic club es el segundo equipo fundado puede estar en lo cierto, el que no lo crea, también.
Gora Athletic!
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