La Real Sociedad se fundó un 17 de Septiembre de 1909 y disputó sus primeros encuentros en el estadio de Ondarreta hasta el año 1913, donde se inauguró uno de los mayores templos que ha tenido nuestro fútbol en toda su historia, el mítico Atocha, en pleno centro de Donosti. Atocha vio ganar a los txuri-urdines dos ligas a comienzos de los 80 y fue testigo directo del histórico momento, en plena transición, en que jugadores de la Real y del Athletic saltaban juntos al terreno de juego portando una ikurriña, como muestra de reivindicación política. Vio goleadas épicas, derrotas chungas, partidos en los que el césped estaba convertido en un barrizal en pleno temporal porque sobre el jugaban hombres y no bailarinas, ambientes eléctricos que todavía ponen la piel de gallina.
Hoy la Real ha ganado al Barça y me ha recordado que no hace mucho tiempo equipos como el suyo, el Valencia, el Atlético, el Athletic o el Sevilla, siempre figuraban en las quinielas para ganar la liga con permiso de los dos de siempre, pero es que esos dos de siempre rompieron las reglas y dejaron vendidos al resto, creando una diferencia abismal basada, pura y llanamente, en el puto dinero.
Insisto, hoy la Real ha ganado, pero el ambiente nunca logrará ser el mismo que se respiraba en Atocha. Las pistas de atletismo hace tiempo que mataron la pasión.
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